Brightburn: hijo de la oscuridad

Crítica de Brian Bahar - Multiverso Pop

La premisa era buena. Una familia de granjeros adopta un bebe que cae en una nave espacial y con el paso del tiempo el chico comienza a manifestar superpoderes que utilizará para hacer el mal. O más simplificar: ¿Qué pasaría si Superman fuera malo?

Claro, esta historia apócrifa las vimos muchas veces en cómics y tal vez el caso más representativo sea el de Ultraman, el “Superman” de Tierra 3, una tierra donde todas las contrapartes de los superheroes de DC son malvados, y esta era una gran oportunidad para ver esta idea en pantalla gigante. Pero, lamentablemente, pocos son los aciertos.

Para comenzar, ya desde la publicidad de este film pocas expectativas nos dejaba cuando, en vez de promocionarla con su director, lo hicieron con su productor James Gunn (director de Guardianes de la Galaxia). Claro está que el nombre de Gunn es mucho más llamativo que el desconocido David Yarovesky, pero en general, cuando esto sucede, es por que de algún lado hay que venderla.

Posiblemente, en lo que falla la película, esta vinculado con su bajo presupuesto de apenas 6 millones de dolares. Esto se refleja en los escasos y pobres efectos especiales, a tal punto que en una escena de vuelo da la sensación de ver la forma de los cables que ayudan a sostener a los actores, e incluso cuenta con algunos errores de montaje. La corta duración de apenas una hora y media también ayudan (para mal) a que todo suceda tan rápido que la historia no llega a explotar en ningún momento. Por otro lado la película que se etiqueta dentro del género de terror poco tiene de este.

Brightburn es una película que intenta contar la historia de un Superman malo y termina siendo una película más mala que buena.