Bienvenido a los 40

Crítica de Luciana Boglioli - La Capital

En la mitad de la vida

Los 40 son los nuevos 20. Aquellos que transitan la cuarta década de vida luchan por mantenerse jóvenes para siempre pero al mismo tiempo quieren ser maduros y responsables. A veces necesitan tomar viagra para mantener relaciones sexuales o dejar de comer azúcar para cuidar la salud. Y eso es precisamente lo que les sucede a los protagonistas de “Bienvenido a los 40”, Pete y Debbie, un matrimonio que enfrenta los combates de la edad y deberán superar los conflictos con sus hijas, Charlotte de ocho y Sadie de trece, recuperar la pasión en la pareja, perdonar los errores de sus padres y disfrutar de la vida.
El director Judd Apatow, quien ha mostrado su capacidad de hacer una comedia fresca y divertida como “Virgen a los 40”, esta vez redobla la apuesta en una comedia más compleja. “Bienvenido a los 40” profundiza en los lazos familiares, los desafíos del matrimonio, los problemas financieros, y la crianza de los hijos. Comer bien, hacer ejercicio, dejar de fumar o realizarse la colonoscopia, son algunos de los ítems de la lista de este matrimonio que busca lograr un equilibrio entre el hogar y el exterior, la internet y la privacidad, la madurez y la adolescencia eterna. Con un interesante guión signado por el drama y el humor, Apatow logra mostrar una brillante radiografía de la familia actual. ¿La moraleja? A veces es mejor no planearlo todo, hay una cuota que siempre está librada al azar.