Barrefondo

Crítica de Santiago Balestra - Alta Peli

Tirarse a la Pileta

Gustavo trabaja como limpiador de piletas en varias casas de un country del conurbano bonaerense. Este es el trabajo con el que mantiene a su mujer, quien está embarazada. Ellos son ayudados por el padre de esta última, un ex-policía dueño de una agencia de seguridad, que ningunea a Gustavo. Las cosas empezarán a cambiar cuando reciba una propuesta de El Pejerrey, un cabecilla del crimen organizado de la zona, para que le entregue información sobre las casas donde trabaja.

Barrefondo es un policial negro puro y duro de manual, que toma los modismos de los mejores exponentes norteamericanos del género y los adapta perfectamente a la usanza argentina, sin que parezca en ningún momento artificial. Es una historia perfectamente desarrollada de cabo a rabo sobre alguien que es empujado a la vida delictiva, no tanto por una ambición de ser rico, sino por la necesidad de demostrar que no es un don nadie.

No obstante, también hay mucho de crítica social, y hasta podríamos decir sátira: casi todas las casas que entrega Gustavo son de gente que le falta el respeto, salvo la de un hombre que es más condescendiente que irrespetuoso (y cuyas “poesías” aportan una cuota de comedia)

En el costado actoral, Nahuel Viale entrega una prolija actuación, medida, calma, que le escapa a todos los clichés. Sergio Borisentrega una carismáticamente siniestra interpretación del capomafia de la zona. Por el costado técnico no hay mucho que decir: la fotografía y el montaje no atraen atención sobre sí mismos, limitándose a apoyar al apartado interpretativo.

Conclusión

Barrefondo es un policial bien negro y bien argentino. Fluido, con gancho, sosteniendo el interés del espectador y haciéndolo preocuparse por lo que le ocurre al protagonista. Adaptando la novela de Felix Bruzzone, Jorge Leandro Colás pisa fuerte y seguro en su primera incursión en el cine de ficción. Que sea la primera de muchas.