Baby: el aprendiz del crimen

Crítica de Martín Goniondzki - Cinéfilo Serial

Finalmente podemos disfrutar de una película de Edgar Wright en los cines argentinos. Pese al éxito de los films del realizador británico que supo brindarnos grandes películas como “Scott Pilgrim Vs The World” (2010), “Shaun Of The Dead” (2004) y “Hot Fuzz” (2007), nunca tuvimos la oportunidad de disfrutar de una de sus cintas en la pantalla grande. En nuestro país se convirtieron en fenómenos de culto gracias al boca en boca de los cinéfilos. En esta oportunidad, luego de concluir la llamada “Cornetto Trilogy” con “World’s End” (2013), Edgar nos trae otro de sus combos que mezclan la acción con la comedia como ningún otro director contemporáneo.

La película cuenta la historia de Baby (Ansel Elgort), un ávido e intrépido conductor que usa su habilidad para manejar autos en fugas que se dan luego de robos o asaltos a entidades bancarias. Este peculiar sujeto tiene una gran afición a la música, la cual utiliza para aplacar un zumbido que tiene en los oídos producto de un accidente. Así es como Baby elige su “banda sonora” a la hora de escaparse de la policía o fugarse a toda velocidad, con el fin de mantenerse siempre en movimiento y calmar el dolor. Cuando conoce a la chica de sus sueños (Lily James), Baby ve la oportunidad de abandonar su vida criminal y realizar una huida limpia. Pero después de ser forzado a trabajar para un jefe de una banda criminal (Kevin Spacey), deberá dar la cara cuando un golpe malogrado amenaza su vida, su amor y su libertad.

Edgar Wright pone toda la carne al asador y nos ofrece su mejor perfil. En esta oportunidad, no solo nos presenta su estilo vertiginoso y enérgico que combinan el montaje con la música, sino que esta vez fue más allá, y nos otorga un cuasi musical de acción. El montaje de este film, que es un rasgo distintivo en la filmografía de este director, es impresionante. Se combinan los movimientos de cámara, muchos planos secuencia, con el sonido directo y la música extradiegética para otorgar una experiencia audiovisual y sensorial totalmente única.

El montaje es incansable y hace que cada escena supere a la anterior, aunque estemos ante una simple transición que no aporte mucho a la trama. No hay disparo que no acompañe a la métrica de la canción o línea de diálogo que no se concatene con el resto de los planos sonoros.

La banda sonora está compuesta por más de 30 canciones que conforman una lista de reproducción increíble que muchos seguirán escuchando luego de ver la película. Todo el mundo hablaba de la banda sonora de “Guardians Of The Galaxy” (2014), y sinceramente esta la supera ampliamente.

Ansel Elgort (“The Fault in Our Stars” -2014- ) deja atrás su paso por “Divergente” (2014), para hacer un gran trabajo al interpretar a este carismático criminal, que es muy bien secundado por Kevin Spacey (“House Of Cards”) y por un grupo variopinto de delincuentes compuesto por Jon Hamm (“Mad Men”), Jamie Foxx (“Ray”), Jon Bernthal (“The Walking Dead”) y Eiza González (“From Dusk Till Dawn”) que se dedican a enaltecer la ingeniosa narrativa del film escena tras escena.

“Baby Driver” es un film entretenido y bien narrado. Una muestra de la destreza técnica de los realizadores, y un gran trabajo actoral terminan de cerrar una de las propuestas más divertidas y originales tanto para cinéfilos como para el público en general. Si no viste la última película de Edgar Wright, corre a la sala más cercana para disfrutar de la comedia de acción (y podríamos agregar musical) más original de los últimos tiempos.