Avanti popolo

Crítica de Eddy Báez Salas - Fancinema

Memoria e imposibilidad

Avanti popolo es el primer largometraje de Michael Wahrmann, un film que muestra el reencuentro de André con su anciano padre en la vieja casa familiar, donde el tiempo parece haberse detenido.
Como bien lo anuncia el inicio del film, con el desplazamiento de una cámara que busca un rumbo en medio de una ciudad oscura, la película planteará un recorrido. Se trata en este caso de reconstruir la imagen de un hermano desaparecido, repasando para ello la historia familiar a través de imágenes en Súper 8 y canciones que forman parte del imaginario revolucionario de los ´70.
El relato se plantea en medio de una inmensa sencillez, centrado principalmente en el pequeño living de la casa que funciona como metáfora de la memoria de su padre: un lugar oscuro y deteriorado que ha sido fracturado por el dolor de la pérdida de un hijo a quien aún espera. Es allí donde André habla sobre su hermano, reproduce las películas y canciones, e intenta que su padre recupere ese espacio que ha sido obturado por el trauma del pasado.
Pero ese espacio y esa historia que busca reconstruir la película no es únicamente el del universo personal. Sus imágenes de archivo y especialmente las canciones que utiliza expanden esta microhistoria a un discurso mucho más rico y complejo, en el que se subraya la imposibilidad de acceder al pasado, no sólo el individual sino también el colectivo.
La banda de sonido seleccionada por el director, siempre diegética, establece un diálogo directo con la militancia de izquierda. Su mayor logro es plantearlo de una manera poco optimista y alejado de toda solemnidad, proponiendo así un lugar de cuestionamiento para una parte de la Historia, de la que mucho no se habla o que suele verse como heroica.