Asesinato en el Expreso de Oriente

Crítica de Iván San Martín - Cinergia

Los sospechosos de siempre

La novela de Agatha Christie “Asesinato en el Expreso de Oriente” tiene una nueva adaptación cinematográfica luego de lo que fue aquella de 1974 donde al igual que esta tenía en su elenco a un elenco de reconocidas figuras.

El detective Hercule Poirot (Kenneth Branagh) es obligado a suspender sus vacaciones y debe volver a Londres para resolver un caso. Para eso aborda a último momento el tren Expreso del Oriente, pero lo que creía un viaje normal, se verá perturbado cuando es asesinado Ratchett (Johnny Depp), un turbio empresario que venía recibiendo amenazas. Poirot acepta el caso donde todos los pasajeros son sospechosos.

Sin cambiar mucho de la novela original, salvo algunas características de los personajes o nacionalidades, la película busca acercar a los espectadores a una reinvención del detective belga protagonista de varias novelas y relatos de la escritora británica Agatha Christie.

Kenneth Branagh dirige e interpreta al “mejor detective del mundo” que se enfrenta al misterio más complicado de su carrera ya que a medida que interroga a los sospechosos se encuentra cada vez más lejos de la verdad.

Aquellos que hayan leído el libro pueden no sentir la sorpresa de la vuelta de tuerca pero la investigación logra mantener la tensión durante el relato y Branagh hace una gran caracterización del detective, incluso la película arranca con un buena presentación del personaje, más actualizada pero sin aggionarlo completamente como lo hizo Guy Ritchie con el Sherlock Holmes que encarnó Robert Downey Jr.

Asesinato en el Expreso de Oriente no es una novedad en el género pero entretiene y deja abierta la puerta para ver otra vez al detective en otra adaptación de alguna de sus historias.