Anida y el circo flotante

Crítica de Yaki Nozdrin - Visión del cine

Luego de su paso por el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, llega a las salas de cine Anida y el circo flotante: una película animada dirigida por Liliana Romero, directora de Martín Fierro y Cuentos de la Selva.
Ferias, atracciones, juegos, laberintos y mucho más. Todo eso se encuentra en Circo Flotante, un lugar al mando de Madame Justine, quien tiene a todos sus empleados amenazados para que no puedan escapar. Es allí donde se encuentra Anida, una joven que tiene la capacidad de realizar la quiromancia (acto de leer las manos). A pesar de esto, y con cierta ironía, ella no recuerda nada de su pasado debido a una terrible maldición.

Todo cambia con la llegada de Figaro, un náufrago que pasará a ocupar el lugar de mago. El joven, luego de enamorarse a primera vista de la protagonista, hará todo lo posible para poder acercarse a ella. Juntos comenzarán una aventura en la que buscarán descifrar los enigmas del circo (y de su pasado) y, de esa manera, alcanzar la tan ansiada libertad para aquellos que se encuentran atrapados.

Si bien la historia es sencilla por momentos muchas cosas deben ser sobreexplicadas debido a los constantes baches en el guion y a un gran problema con su mezcla de sonido. Escrita por Liliana Romero y Martín Mendez, Anida y el circo flotante deja muchas cosas inconclusas en su haber y otras que, directamente, carecen de sentido.

Realizada bajo la técnica de animación 2D cut-out -una forma que permite pintar los fondos a mano con técnicas de acuarelas y de acrílicos-, el universo visual de la película destaca en todo momento. A cargo de los animadores Martín Urquijo y Marcelo Carmona los dibujos que se muestran realzan y embellecen cada escena.

Lograda de forma eficaz, mediante coloridos crescendos de piano y elegantes melodías de violín, la música original, a cargo de la productora musical Sctamusic, es otro elemento protagónico dentro de la película. A pesar de esto comete de forma reiterada un error: la música que suena de manera diegética cuenta con instrumentos que, realmente, no están en la escena.

Cabe hacer hincapié en la deficiencia que hay dentro de la mezcla de sonido, más específicamente en los diálogos. Por momentos algunas líneas son incompresibles en contraste a la alborotada música de fondo, ocasionando que muchas cosas no logren quedar claras. Extrañamente, ninguno de estos inconvenientes se presenta en el doblaje de la protagonista.