Amor sobre ruedas

Crítica de María Laura Paz - El Espectador Avezado

Oh la la! Qué frescas son las comedias del cine francés. En este verano bastante atípico en lo climático, bien puede servir para meterse en una sala cinematográfica a ver este filme de Franck Dubosc quien actuó en muchísimos pero es su primera vez como realizador a la vez que actor.
La historia nos muestra a un empresario exitoso, guapo, que ya pasó los 50 y sigue siendo un... ¿pirata? Es alguien que hace sufrir a las mujeres, que las seduce y no quiere ningún compromiso. Muere su madre Odette, y Jocelyn, el protagonista, va a la casa a poner algunas cosas en orden. Un hecho fortuito desatará el conflicto y es que Jocelyn esté sentado en una silla de ruedas cuando lo visite una vecinita atractiva.
Jojo se siente en su salsa y la vecina se ofrece a ser su acompañante terapéutica, lo que no se imagina es que pronto conocerá a la mujer de su vida y lo pondrá en un aprieto por el que luchará para dejar de mentir sobre todo porque Florence, la hermana de su vecina, debe usar una silla de ruedas todo el día, es parte de su vida.
Está muy bueno el título en francés que traducido sería "Todo el mundo de pie" y habla sobre la dignidad de las personas, de aquellas que teniendo todas sus posibilidades físicas plenas se encierran en prejuicios, egoísmo y una incapacidad de comunicación hacia los otros. Y por el otro los verdaderos héroes anónimos: vemos a Florence que es una hermosa mujer, violoncelista, que juega al tenis y hace una vida sin ninguna restricción. Jocelyn queda atrapado en esa fuerza que despliega Florence y que determinará el destino de esta pareja.
Una fotografía espectacular: me encantó una escena en la que el escenario sufrirá un cambio extremo que tiene que ver con "Titanic" y una referencia a Hitchcock, más no les puedo contar o perdería la gracia.
La banda sonora, con muchos de sus temas en inglés, cuenta con una canción interpretada, por Charles Aznavour, una voz inolvidable y una de Brice Davoli, Amore Mío, que se les quedará pegada si no es que no se ponen a bailar o a seguir el ritmo con los pies.
Muy divertidas interpretaciones de Elsa Zylberstein, como Marie, una secretaria incomprendida por Jojo, Claude Brasseur, como el papá de Jocelyn y Gérard Darmond, como Max, el médico y confidente del personaje central.
Para pasar un lindo rato y si no la ven en sala, espérenla on demand.