Amor a la carta

Crítica de Santiago Balestra - Alta Peli

Un marco narrativo ingenioso para desarrollar dos personajes.

Hay un viejo adagio que reza que la manera más rápida de llegar al corazón de alguien es a través de su estomago. Amor a la Carta es un título que ofrece una particular alternativa de recorrer dicho camino.

¿Cómo está en el papel?

Amor a la Carta cuenta la historia de Saajan (Irrfan Khan, de Life of Pi) , un oficinista hindú próximo al retiro, que está suscrito a un sistema de viandas que le llevan al trabajo para el almuerzo. Un día recibe por equivocación una vianda que no era para él, sino para el marido de una joven llamada Ila (Nimrat Kaur), cuyo matrimonio no está en su mejor momento. Saajan le hace llegar una nota agradeciéndole la comida, comenzando así un peculiar cortejo con la vianda como intermediario.

En mi humilde opinión, esto es un “robo” a la trama de La Casa del Lago. Obviamente siendo esta una película de producción hindú, donde las remakes son aun más frecuentes que en los Estados Unidos, se me pasó por la cabeza la posibilidad de que fuera una reversión hindú de aquella película. Revisé por arriba, por abajo y a los costados, y no encontré nada. Salvo el componente temporal y el reemplazo de un buzón por una vianda. Es el mismo concepto: un romance por cartas entre dos individuos que nunca se vieron la cara, y como este mejora sus vidas grises.

Aunque es vendida como una película romántica y tiene los ingredientes de una, en mi humilde opinión no llega a ser tal, lo que no me parece mal. Amor a la Carta es la historia de cómo un cortejo cambia individualmente a sus personajes; mas allá de si ese cortejo llega a algún lado o siquiera se consuma. Todas las buenas historias son sobre un cambio y en el caso de Amor a la Carta el que no tenga el desenlace típico de una película del género le juega a favor hasta cierto punto; al finalizar, uno no puede negar que las vidas de los personajes han cambiado para bien.

Amor a la Carta 2

¿Como está en la pantalla?

El ritmo, muchachos, el ritmo. Es una película de 104 minutos que se siente como de dos horas. Eso sí, el ver tanta comida en una película, sobre todo tan exótica y tan picante como lo es la de la cocina hindú, te hace salir de la sala con un hambre que te dan ganas de comerte un caballo… con mucho Curry.

Por el costado de las actuaciones, esta todo en regla. En su punto justo de cocción.

Conclusión

Amor a la Carta es una atípica historia, que aunque posee una narración un poco densa para un público general, tiene alguna que otra chance de apelar a un público con un paladar cinematográfico más exquisito.