Amigos intocables

Crítica de Gabriela Avaltroni - Función Agotada

Quédate a mi lado

François Cluzet y Omar Sy, son la pareja protagónica de Amigos Intocables. El primero, en el papel de Philippe, un millonario tetrapléjico que se encuentra en la búsqueda de una persona que lo cuide de manera diaria. Driss, un joven de clase baja, se presenta a la entrevista laboral con el solo objetivo de recibir, después de varias charlas, el subsidio del estado.

Amigos Intocables no se presenta como una película con golpes bajos, sensibleros, en verdad los momentos donde se hablan sobre los motivos por los cuales el protagonista se encuentra en una silla de ruedas o cual es el pasado de Driss, pasan desapercibidos como un dato más dentro de la narración, como una charla circunstancial.

Tampoco se marca demasiado la diferencia de clase social o educación, simplemente estos dos hombres con el trato diario poco a poco van forjando una amistad basada en la risa, la comprensión y la compañía. Driss viene a ocupar un lugar descuidado por todas personas, principalmente mujeres, que pertenecen a su círculo más íntimo. Todos aquellos referentes femeninos son las articulaciones para que se unan los protagonistas, para que Driss sea más corazón que golpiza y para que Philippe canalice su angustia.

Con la incorporación de este nuevo integrante al grupo "familiar", hace que rompa con las estructuras, logra un contacto más afectuoso y menos rígido.

Basada en una historia real, la película de Eric Toledano y Olivier Nakache comienza con una rítmica escena de persecución y complicidad que poco tiene de relación con el resto del metraje. Amigos Intocables es una historia sencilla, de amistad, que no intentar robar ninguna lágrima, sino despedirla con una enorme sonrisa.