Amigos con beneficios

Crítica de Nicolás Spalek - A Sala Llena

Dylan (Justin Timberlake) es contratado por la revista GQ como nuevo Director de Arte. Él fue contactado por la cazatalentos Jaime (Mila Kunis). Rápidamente desarrollan una amistad ya que Dylan es nuevo en la ciudad y solo conoce a jaime. Una noche, intentando evitar los lugares comunes que ven en las comedias románticas, deciden empezar a tener sexo con el objetivo de que no se modifique su relación.

El año pasado Justin Timberlake formo parte de La Red Social (The Social Network, 2010) como el encantador de serpientes Sean Parker –el creador de Napster- que luego, siempre según la película de Fincher, influiría en Mark Zuckerberg, el personaje de Jesse Einsenberg. Timberlake fue uno de los tapados –pero solapado por las enormes actuaciones de Eisenberg y Andrew Garfield- de esa fábula sobre un muchacho que pierde su único amigo verdadero y fundó un mundo de interconexiones.

Básicamente La red social plasma como pocas películas el zeitgeist.

Ahora llega, también destinada para una generación donde las comunicaciones pasan por el 2.0 que ya conoce los códigos de la comedia romántica y aunque en parte se burle de ellas sigue buscando ese inevitable final felíz, Amigos con Beneficios.

Es justamente ese espíritu de época que impregna gran parte de Amigos con Beneficios -no con derechos, ya que los derechos los guardaron para Natalie Portman y Ashton Kutcher- o al menos su primera mitad previa al conflicto necesario.

Estamos en tiempos donde la velocidad impera y no hay lugar, o los "emocionalmente dañados” no están dispuestos, para generar una relación afectiva. Por eso, la dupla protagonista decide cerrarse a las emociones y tener una relación donde lo que pase en la cama no tendría que afectar su reciente amistad. Como suele pasar en el deporte, la teoría dista de lo que es la práctica.

La primera mitad brilla –luego de una muy buena secuencia de apertura- por sus diálogos rápidos (buena química entre Kunis y Timberlake), chistes inteligentes y un clima anárquico y ligeramente amoral. El resto, cuando llega el conflicto protocolar que distancia a la parejita, usualmente el hombre es el que no sabe lo que quiere o tiene entre manos, y la película entre en las vías previsibles de la comedia romántica le juega en contra.

Amigos con Beneficios es íntegramente un trabajo de Will Gluck, que ofició tanto como director como guionista. Ya en la subvalorada Se Dice de Mí (Easy A, 2010) Gluck dio muestra del oficio para crear personajes de lengua rápida y come backs que duelen. Otro punto que une Se Dice de Mí a Amigos con Beneficio es la preponderancia que toma la sexualidad en la trama.

En una se trata sobre dos amigos que deciden tener sexo sin ningún tipo de emociones, no hacen el amor pero tampoco cojen sin mediar palabra. En la otra, una chica de secundaria es sindicada como la putona de la escuela, cuando en realidad ella es virgen, se aprovechó e ironizó respecto de la situación. Es un poco como pasa en el mundo de Judd Apatow, donde hay un fino hilo que une sus películas y donde las grandes temáticas son la adolescencia, la amistad y el paso a la vida adulta. En el por ahora pequeño universo de Gluck se retrata el sexo según esta generación y lo que significa para ella. Lo hace de manera inteligente, ácida y con pocos tapujos.

En definitiva, Amigos con Beneficios desaprovecha una muy buena construcción de personajes al terminar caminando por el sendero previsible del género. Pero tampoco podemos pedir que dos de las estrellas más ascendentes del momento no terminen juntos.