Alfa

Crítica de Federico Ignacio Bazán - Cuatro Bastardos

Alfa: Quedarse extraviado 20.000 años atrás.
La película de supervivencia que sucede a finales de la era del hielo, muestra el nacimiento de una amistad entre el hombre y un lobo, en una emotiva historia.
La película nos lleva a una época en donde había que cazar para sobrevivir y donde el humano se movía en manada como los animales. Nos encontramos con esta tribu que va a cazar búfalos, y algo sale mal. La consecuencia es que un joven luchará contra el clima y animales salvajes para regresar a casa. Pero éste interesante protagonista también encuentra a un compañero lobo igualmente perdido y comienza una amistad que cambiaría a la humanidad.
Comienza con el relato de Morgan Freeman otorgándole ese tono documentalista y que nos cuenta que nos adentramos a 20.000 años atrás, al final de la última era del hielo. Aquí seguimos a Keda (Kodi Smith-McPhee) y su padre, jefe de la tribu, Tau (Jóhannes Haukur Jóhannesson) el cual le trata de enseñar a su hijo los valores de la vida, de tener que matar a un animal para dar vida a su tribu. Keda, es el típico hijo presionado por ser algo que no quiere ser, un cazador. Por lo que en este trayecto de supervivencia, además de aventuras y una importante relación con un lobo, veremos ponerse en juego algunos valores.
La historia como leen es clásica, con una narrativa que recuerda a películas como Life Of Pi (2012), La Era del Hielo (2002) o hasta Náufrago (2000). Albert Hughes es el director y encargado de la historia de esta película, con Daniele Sebastian Wiedenhaupt, guionista novato pero que logra una historia redonda, correcta y que emociona. Hughes nos trajo The Book Of Eli en 2010 para luego hacer un corto y un documental, llegando a este film Alfa. Aquí también trae su ambiente desolador e intentando darle humanismo al film en las acciones de los personajes. En este caso no hay tanta acción y tiros como aquel film de 2010, sino más bien aventuras naturales para sufrir y emocionarse. Especialmente cuando aparece el animal responsable del título, Alpha.
El lobo es el encargado de ayudar a Keda, tanto física como afectivamente, además de apoyar el desarrollo del film. Por eso podría ser que el film ha sido vendido como familiar, aunque por momentos pueda resultar algo violenta.
Para saber cómo “La humanidad conoció al mejor amigo del hombre” el recorrido es entretenido por momentos, con un aspecto visual maravilloso. En esto último es en lo que destaca el film recordando a la nombrada Life Of Pi, pero sin la excelsa belleza, sino más bien un correcto uso de efectos visuales, con paisajes bellísimos y cielos estrellados y contrastes con el sol que recuerdan a El Rey Leon (1994), hasta con la habitual incorporación de las malvadas hienas acechando. Todo esto gracias al experimentado director de fotografía Martin Gschlacht (Goodnight Mommy, Women Without Men).
Los actores hacen un correcto trabajo, pero sin lugar a dudas el lobo se gana el protagonismo como solo un animal puede lograrlo. El joven actor Kodi Smith-McPhee ya trabajó en una película de relaciones y protecciones particulares, la llamada The Road (2009) con Viggo Mortensen. Además está el padre que Jóhannes Haukur Jóhannesson interpreta bien mostrando tanto su lado de líder como su debilidad. Con un diálogo entre ellos inventado para la película tienen algo de peso al principio y al final, pero luego el contexto de la era del hielo y los animales son los que inundan la pantalla.
Lo visual es bellísimo. Lo emocional también. Aunque el ritmo quizá por momentos sea lento, y la narrativa sea bastante longeva, con el espectador ya sabiendo que vendrá después pero aun así disfrutando los resultados. Entretiene, conmueve, y te toca en el lugar justo, más aún si las películas con animales te sensibilizan hasta llegar al punto de las lagrimas.