Aguas turbulentas

Crítica de Héctor Hochman - El rincón del cinéfilo

“Una segunda oportunidad”

Un hecho que marcará en principio dos vidas para siempre, luego muchas más, incluyendo los espectadores de este filme.

Un bebe es robado y asesinado. Un casi adolescente es culpado. Él siempre se declaro inocente, igualmente es condenado. Una madre que dejo unos segundos a su hijo en el cochecito mientras se fue a lavar el vestido manchado de chocolate. Luego la desaparición, la búsqueda desenfrenada y el macabro desenlace que la llenaran de culpa.

La estructura narrativa planteada por el guionista y el realizador nos introducirá en la historia de cada personaje. Primero vemos a Jan salir antes de terminar de cumplir su condena por buena conducta. Su intención es dejar el pasado atrás y reinsertarse en la sociedad. Nada sabemos de sus años en prisión, ni hace falta.

Consigue trabajo en una iglesia como organista, allí será muy bien recibido por toda la comunidad, hasta por Anna, una bella mujer, madre soltera, que se desempeña como pastora, quien se va enamorando de este ahora joven taciturno, calido. Ella también esta en la búsqueda de una segunda oportunidad. Todos desconocen el origen del Jan, ignoran su pasado, él se cambio el nombre.

Pero como dice Andrei Tarkovsky “el tiempo es una condición vinculada a la existencia” Si bien el pasado no se puede recuperar, si puede alcanzarnos en cualquier momento.

El corte y la presentación de cómo fue la vida de esa madre, a la que le arrebataron su hijo, que nunca dejo de sentirse culpable por el “abandono” de minutos….

Es en ese mismo espacio donde el joven esta tocando en el órgano, una versión de “Puente sobre Aguas Turbulentas”, que es descubierto por la madre del niño muerto, ahora madre adoptiva de dos hermanitas asiáticas.

Aquí comienza otra película, casi una persecución para que el asesino reconozca la culpa, situación que alivianaría los sentimientos de ambos, principalmente de Agnes.

Pero él se sigue declarando inocente, no hay posibilidades de arrepentimiento, no hay razón.

Es importante señalar que la elección de la estructura parece estar en consonancia con el discurso, el director intenta no juzgar a sus criaturas. Suficiente parece tener uno con el estigma de la prisión. Asaz y harto elocuente la vida de ella luego del hecho.

El filme tiene muchos puntos de contacto con otros dos grandes filmes, ambos de los hermanos Dardenne, “El Hijo” (2002) y “El Niño” (2005), con la diferencia y/o el agregado de la mirada religiosa, como si realmente se tratase de un estudio sobre el pecado, la culpa y la redención.

De la misma manera que se nos presenta el filme desde dos puntos de vista, pero en tres tiempos definidos, el de Jan, el de Agnes y el de ambos juntos, así también se nos muestra las diferentes nominaciones de esos tiempos: el primero sobre el pecado, el segundo la culpa (la de ambos), y el tercero la redención. Estos tres poseen ritmos diferentes, cada uno acorde a lo que se nos esta contando, como si se tratase de un concierto de música barroca, casi sacra: un primer tiempo “Presto”, que nos introduce de lleno en la obra; un segundo tiempo el “Adagio” calmo, introspectivo y pesado andamiaje de transitar con la culpa; un tercer momento en donde se precipita el “Rondo Fínale”, cargado de tensión por resolución de los conflictos.

Lo más marcado es el espíritu religioso que destila el texto, en una sociedad donde el protestantismo manda. Esto no es malo por definición ni mucho menos, sólo que la elección del cómo esta contado va en consonancia con el por qué. Digo, la utilización, hasta por momentos el abuso, de los primeros planos, hasta la idea de manejarse en los planos generales con muy poca profundidad de campo, como para que el no saber del espectador este ligado con el no ver, no prejuzgar.

Si es destacable la banda de sonido, con lo mencionado anteriormente, también el diseño de arte, especialmente la fotografía, en tanto y en cuanto el manejo del color y los tonos calidos y fríos según los espacios en que se desarrollan las acciones, pero sobre todas las variables a resaltar se encuentran las maravillosas actuaciones de todo el elenco.

(*) Título de la produccíón dirigida por Mike Nichols en 1991.