Abrakadabra

Crítica de Mariano González - Cinergia

Un viaje en el tiempo

La historia narra los tormentos de un popular mago llamado Lorenzo Mancini (Germán Baudino) que sufrió un trauma hace treinta y cinco años cuando presenció la muerte de su padre también mago y que era conocido como “El Gran Dante”, una serie de asesinatos se sucederán justo antes de dar uno de sus shows poniendo a Lorenzo como principal sospechoso.

Voy a arrancar diciendo que la película funciona como un homenaje al subgénero Giallo de terror y quizás sea por esto mucho más valorada por los fans de ese estilo que por el común de los espectadores que no es habitué del cine de terror. Los hermanos Luciano y Nicolás Onetti han sabido atrapar por sus puestas en sus otros Giallis: Sonno Profundo (2013) Y Francesca (2015) que conforman la trilogía junto a Abrakadabra y que han explotado con mejor resultado para mi gusto en Los olvidados (2017). Hay un reflotar del Giallo en este Neo-Terror que cuenta con unas cuentas nuevas películas y otros tantos remakes esa forma de expresionismo típico con colores saturados donde predomina el color rojo y esa música sintética creando la atmósfera necesaria para dotar al film de una forma de expresionismo que resulta por momentos y empalaga por otros. La idea de hacer un montaje doblado y en diacronía a modo guiño a mí personalmente me parece innecesario aunque el resultado no molesta del todo.

Destaco algunas tomas realmente buenas que elevan sin lugar a dudas el resultado, las actuaciones están bastante bien en un argumento que sigue los cánones del subgénero: un asesino que acecha desde las sombras y que aborda a sus víctimas (casi siempre mujeres) dejando escenarios de muertes surrealistas. La película fue rodada en su mayoría en la ciudad de Azul, de donde los directores son oriundos, y es un punto también a tener en cuenta ya que la puesta en escena y la iluminación son cruciales para contar este tipo de historias y les ha quedado realmente muy bien la ambientación. No hay duda que los fratelli Onetti son de los mejores exponentes del género nacional, eso se puede ver en su filmografía independientemente del resultado hay una clara búsqueda y buen ojo para esta clase de films.

El tercer acto tiene una vuelta de tuerca interesante y cierra con una secuencia de títulos acorde al montaje general. Abrakadabra es una buena película y no hay duda que los fanáticos del Giallo la van a pasar bien en su visionado. Es interesante saber que existen propuestas de género para un público menos masivo de un tiempo a esta parte La Argentina es un exponente para realizadores con buen ojo narrativo, directores que cuidan el cine porque es el cine que mamaron de chicos.