7 días en La Habana

Crítica de Vicky Vázquez - Cine & Medios

Una ciudad, siete directores

Con un formato similar al de "Historias de Nueva York", es decir, integrado por varios cortos dirigidos por diferentes directores, este filme elige como marco la ciudad de La Habana, Cuba, para desarrollar microhistorias que se van sucediendo en el transcurso de una semana.
Si bien es interesante desde su propuesta, no todas las historias están conectadas entre sí. Algunas comparten guionista, y esas son las que sí lo están, pero otras, como las dirigidas por Pablo Trapero, Elia Suleiman, Laurent Cantet, y Gaspar Noé, sólo respetan la coherencia cronológica.
Los otros directores son Benicio del Toro, Julio Medem, y Juan Carlos Tabío. En cuanto a las actuaciones, caben destacarse la presencia de Emir Kusturica, protagonista del corto de Trapero, haciendo de sí mismo en un esbozo de comedia agridulce enmarcada en música; Daniel Brühl, el protagonista de "Goodbye Lenin", esta vez actuando como español, y Elia Suleiman, el único director que protagoniza su propio corto.
Con resultados individuales buenos, pero que hacen a un todo algo desparejo, sobre todo por los segmentos más personales como el de Gaspar Noé, “Ritual”, que elige un planteo estrictamente visual y musical, sin que medie una palabra, "7 días en La Habana" propone un recorrido por diversas temáticas, como postales de una ciudad que buscan unirse para armar un único retrato.
La música, la cultura, la mezcla de religión católica y rituales africanos, el deporte nacional (paradójicamente el más estadounidense de todos: el béisbol), el exilio, la política, la calidad de vida, las carencias cotidianas, la solidaridad y fortaleza de su gente, son los temas que desfilarán a través de los cortos. Alguno generará risas en el espectador, otro asombro, varios conmoverán, en este surtido de miradas sobre una ciudad que habla por un país entero.