50 sombras negras

Crítica de Iván San Martín - Cinergia

Sombras aburridas

Los Wayans son parte de una de las familias afroamericanas más reconocidas del cine de Estados Unidos, todos son comediantes, escritores y actores con una larga trayectoria. Empezaron a funcionar como una factoría y a realizar sus propias películas donde se encargaron de parodiar varios films con Scary Movie (2000), donde Keenen Ivory Wayans dirigió y escribió con sus hermanos Shawn y Marlon (quienes también actúan) esta parodia de Scream (Wes Craven, 1997). También se hicieron cargo de su secuela pero no de las otras tres películas de la saga, y repitieron colaboraciones en las asquerosas ¿Y Dónde Están las Rubias? (White Chicks, 2004) y Chiquito pero peligroso (Little Man, 2006).
Marlon Wayans decidió escribir y producir sus proyectos, junto con el director Michael Tiddes y el guionista Rick Alvarez llevaron a cabo Hunted House (2013) y Hunted House 2 (2014) donde llegaban a parodiar el terror found footage. Esta vez le llegó el turno a 50 sombras de Grey (Sam Taylor-Wood, 2015) la adaptación del exitoso libro erótico.
Tomando como premisa el argumento del libro/película, en este caso Hanna Steele (Kali Hawks) una estudiante universitaria sin experiencia iniciará una relación con Christian Black (Marlon Wayans) un rico hombre de negocios cuyas prácticas sexuales se basan en sodomizar y castigar a las mujeres.
La comedia se basa en chistes (o golpes en la variante slapstick) que funcionan, pero para que eso suceda debe cumplir con dos con requisitos fundamentales: timing y creatividad. En este caso no hay ninguna de las dos, toda la película se repiten cientos de chistes vistos en la filmografía de la que Marlon Wayans ha sido parte en su carrera y se agregan los que la trama sobre sadomasoquismo propone, todos bastante trillados, sobre todo los sexuales. Además abunda en referencias a la cultura pop que intentan ser graciosas (desde Donald Trump hasta Netflix) en las que también falla. Cabe destacar que uno solo está realmente bien construido y vale la pena.
El guion es casi inexistente, solamente se toma de partida el material, se le agrega cierta concepción que en USA tienen sobre los negros y los chistes que no paran de salir mal; además de no tener una construcción en la que haya una progresión sólida de la historia. Una vez que se conocen es todo una sucesión de escenas donde el personaje de Hanna no sabe si aceptar o no el ofrecimiento, concretan donde en el acto pasan cosas que deberían ser graciosas, luego le reprocha sus actitudes, escenas de relleno y el inevitable arreglo. Además tiene un personaje realmente insoportable que imita a la actriz Rebel Wilson, pero es más escatológica y adicta al sexo

50 Sombras Negras es una mala película, no es entretenida, ni graciosa, ni siquiera podría ser considerada “pochoclera”. Hay una media de público que disfruta y se ríe inexplicablemente de estas películas, probablemente de ser un éxito tenga una secuela cuando en 2017 se estrene la secuela de Grey. En conclusión, no aporta nada y sólo sigue golpeando al género de la comedia.