3 anuncios por un crimen

Crítica de Santiago Balestra - Alta Peli

El humor negro da la oportunidad de mostrar lo peor del ser humano en una clave no tan descorazonadora como lo sería con el drama. Tres Anuncios por un Crimen demuestra que este humor está más que vigente y no solo en la ficción, sino también en nuestra realidad. Y lo hace no tanto con las situaciones sino a través de la naturaleza de sus personajes.

Tres Anuncios por un Crimen: Justicia Ácida

En el poblado de Ebbing, Missouri, Mildred Hayes busca justicia por la violación y asesinato de su hija. Determinada a presionar a las autoridades para que se pongan a trabajar, decide alquilar tres anuncios cercanos a la escena del crimen para denunciar su incapacidad públicamente. Este será un punto de partida que progresivamente hará cambiar no solo a Mildred, sino al atormentado comisario del pueblo y a uno de sus intolerantes oficiales.

El guion de Tres Anuncios por un Crimen es tremendamente sólido, con unos diálogos afiladísimos llenos de ironía y crítica. Es dueño de ese humor negro que muchas veces te va a hacer reír dada la ignorancia de los protagonistas de lo que ocurre a su alrededor, y muchas otras te hará sentir un poquito mal por estarte riendo de algo que en realidad es muy delicado. Es decir, donde uno siente que el humor negro apuntó y atinó en el mero centro del blanco.

No obstante, el aspecto que hay que destacar del guion es el desarrollo de sus personajes. Nadie es un santo, ni siquiera la protagonista ávida de justicia, ya que la película se molesta en mostrarnos unos flashback donde actúa de un modo muy opuesto al que el inicio proponía de ella. Por otro lado, al comisario primero lo vemos con los ojos de la protagonista, pero a medida que avanza la historia nos damos cuenta que el caballero no es corrupto y menos que menos incompetente, sino alguien superado por las circunstancias que no puede dar las respuestas que el público quisiera. En definitiva, es una película que abarca largas distancias para mostrarnos los grises de sus personajes, y que la redención puede ser posible, pero no del modo que uno planea o desea.

El aspecto técnico del film no tiene mucho para destacar, ya que está ahí para apoyar las labores actorales, que son precisamente el motivo de mayor peso para pagar boleto por esta película. Frances McDormand está por encima de todo, encarnando a una mujer sin pelos en la lengua que no va a dejar pisotearse por ninguna institución. Woody Harrelson da vida a un comisario atormentado, no tanto por la tarea que tiene en manos sino por otros motivos más personales. Una labor que vale la pena tomar nota es la de Sam Rockwell, quien logra una evolución notable con el desarrollo de su personaje a medida que evoluciona la trama.

Conclusión

Tres Anuncios por un Crimen no solo funciona por su efectivo uso del humor negro, sino por la enorme multidimensionalidad de sus personajes. Es una de esas películas donde el realizador consigue que no veamos una historia sobre personajes, sino una historia sobre personas.