3 anuncios por un crimen

Crítica de Manuel Esteban Gaitán - Conexión Cultural

Anunciada previamente como una de las películas de la temporada, con un galardón a Mejor Guión en el Festival de Venecia, el Premio a Mejor Película Dramática y Mejor Actriz para Frances McDormand en los Globos de Oro, y siendo una de la grandes candidatas en los Bafta, 3 Anuncios por un Crimen, dirigida por el británico Martin McDonagh (Escondidos en Brujas, Siete Psicópatas), se presentaba como una de las producciones del 2017 que no había que dejar pasar por alto.

La cinta gira en torno a la vida de Mildred Hayes, llevada a cabo por Frances McDormand, una mujer de 50 años que perdió hace siete meses a su hija adolescente, víctima de violación y homicidio, y que disconforme con la búsqueda, y la falta de resultados, decide emprender una guerra contra la policía misma, alquilando tres vallas publicitarias, abandonadas cerca de su casa y en una ruta poco transitada, y publicar en ellas tres anuncios que demuestran su enojo con la situación. Pese a que el lugar elegido sea en un camino escondido, la noticia no tardará en circular, ni generar las debidas repercusiones, más teniendo en cuenta tanto el fuerte contenido que los mismos anuncian, como las palabras empleadas.

Si bien con anterioridad el pueblo apoyaba la causa de Mildred, entendiendo el dolor y la indignación que acontecimientos del tal magnitud puedan generar sobre los familiares de la víctima, el acto de protesta no será bien visto, especialmente por lo chocante de los mensajes publicados, así como tampoco por el hecho de que uno de los carteles acusa al jefe de policía Bill Willoughby (interpretado por Woody Harrelson), quien padece un cáncer terminal, y cuya noticia sea del conocimiento de toda la población. A su vez, Willoughby comprende la situación de aquella madre, pero considera injusta y un tanto duras las acusaciones que recaen sobre su persona. Otro personaje elemental en la historia será el oficial Dixon (Sam Rockwell), quien será el primero en visualizar los anuncios, y que perderá los estribos en reiteradas ocasiones, a medida que se vayan dando una serie de sucesos.
La idea de poner en tela de juicio, y retrotraer el tema del fallecimiento de su hija, la espantosa forma en que se dio, y el hecho de que no se haya encontrado al culpable, funciona como disparador, y capta la atención, tanto de la policía, cuestionada por su poca efectividad a la hora de rastrear y encontrar al responsable, como de los medios, atentos al impacto que puede generar la noticia de colocar tres anuncios en vallas publicitarias, sobre el crimen mencionado..

Lejos de ser la película sobresaliente que algunos dicen, 3 Anuncios por un Crimen alterna de igual manera, buenos y malos momentos. A veces las exageraciones, tanto en lo que respecta al guión, como las actuaciones, manchan parte de la historia. Algunas escenas, incluidas a la fuerza, tampoco favorecen a la cinta, ni ayudan su narración, y hasta incluso llegado a entorpecer el desarrollo de la misma. Si bien se entiende que por momentos el foco se sitúa en la violencia que puede provocar todo lo acontecido, podemos decir que a McDonagh en varias oportunidades se le va la mano, siendo innecesariamente excesivo.
No obstante, y pese a correr el riesgo de perder el sentido de la historia, y sus múltiples líneas, en general logra reincorporarse, y tanto el hilo narrativo, como el suspenso que este genera, se mantienen en pie. Otro punto a destacar es la cruza de géneros, y como por momentos el film, ubicado desde un comienzo en los entramados del thriller, deriva en situaciones más próximas a la comedia negra, o hasta tintes dramáticos, delineados de forma correcta.

También se percibe un enfoque en lo referido a la condición humana misma, en como a veces se termina generando conciencia a partir de hechos negativos, que repercuten en las fallas previas de nuestro accionar y en cosas que quizás no debimos hacer o decir. La acusación del padre de la joven muerta, sobre Mildred, retrotraerá a su memoria hechos pasados, reforzando un sentimiento de culpa, que resultará siendo al fin, un motor para proseguir y sostener aún más firmes las mismas intensiones. Estás condiciones, serán las que lleven a la toma de decisiones puntuales, tanto al jefe de policía, como Dixon, siendo de considerable importancia la dirección que tome cada una de las historias personales, que terminarán guiando el desenlace mismo de la película, y en un final acertado.