3 anuncios por un crimen

Crítica de Laureano Manson - MDZ Online

En la última entrega de los Globos de Oro, Tres anuncios por un crimen conquistó cuatro premios en algunos de los rubros más destacados. Mejor Película Dramática, Mejor Actriz en Película Dramática (Frances McDormand), Mejor Guión (Martin McDonagh) y Mejor Actor de Reparto (Sam Rockwell). A esto se sumaron los tres premios conquistados el domingo en los SAG Awards: Mejor Actriz, Mejor Actor Secundario y Mejor Reparto. Con semejante espaldarazo, y sumando el hecho de que el film transita temas como violencia de género, corrupción policial, racismo, y un largo etcétera; estamos frente a un exponente con chances de arrasar en las nominaciones al Oscar que serán anunciadas este próximo martes, y eventualmente transformarse en la gran candidata a llevarse la codiciada estatuilla.

En pocos minutos, el director y guionista Martin McDonagh (Escondidos en Brujas, Sie7e psicópatas), nos sumerge de lleno en la sombría vida de Mildred, una madre cuya hija adolescente fue brutalmente violada y asesinada. Han pasado algunos meses desde ese hecho fatal, sin que haya culpable alguno tras las rejas. Tanto la policía como los habitantes del pequeñísimo pueblo de Ebbing, en Missouri, están sumidos en su adormecida rutina; hasta que Mildred decide volver a encender el fuego de la polémica. Bastará con que ella coloque tres frases en enormes carteles que se encuentran en una ruta poco transitada, para que el caso adquiera una repentina repercusión pública y mediática.

Uno de los anuncios involucra al jefe de policía (Woody Harrelson), un hombre que padece una enfermedad terminal, y que es secundado por un oficial ultra torpe y racista (Sam Rockwell). El refrán de "pueblo chico, infierno grande" no sólo se cumple a rajatabla en Ebbing, sino que también incluye un variopinto abanico de personajes que van desde el ex marido golpeador de Mildred, hasta un enano que quiere conquistar el corazón de la protagonista. A pesar de que allí los vecinos saben hasta el último detalle de la vida de cada habitante, la película dispara una serie de situaciones inesperadas que generan la revolución de todo paradigma.

Más allá de la notable peformance del elenco completo, Tres anuncios por un crimen es una obra maestra del volantazo, que se permite estampar al espectador contra escenas de cruda violencia, para luego automáticamente desembocar en momentos de un humor incómodo, que no le teme a los desbordes de absurdo. Así, a una situación límite de tensión, puede seguirle un primer plano del grotesco oficial escuchando el clásico hit Chiquitita, de ABBA.

La capacidad de saltar sin transiciones de un tono a otro, y algunos sagaces giros en la trama; son los principales aciertos de una película que barajando temas tan ásperos como los que abarca, podría haber caído fácilmente en el panfleto discursivo, o en el rótulo de "film de denuncia". Más allá de los pesados conflictos que atraviesan los personajes, no hay una intención de que el relato se vuelva un sermón aleccionador. Todo lo contrario, estamos frente a una historia que mantiene al público permanentemente en vilo, y que se permite unos cuantos momentos de explosión catártica.

La fortaleza con la que Frances McDormand asume el rol protagónico es clave en todo este engranaje, que si bien remite al universo de dilemas morales de pueblo que tanto han escarbado los Coen, aquí adquiere un vuelo más desatado que el de las películas dirigidas por el mayor de los hermanos; y también marido de la actriz. Por momentos, cierta arrogancia característica de los creadores de Simplemente sangre, Barton Fink y Fargo; empata con Tres disparos por un crimen en su pose fanfarrona. Pero McDonagh, tal vez por su naturaleza británica, tiene mayor soltura a la hora de manejarse con el humor y la ironía. Por lo tanto, los destellos de arrebato logran imponerse sobre la brillante ingeniería de un guión, que con tanto giro podría derivar en un ejercicio narcisista del autor y director.

Seguramente, este martes Tres disparos por un crimen levantará nominaciones al Oscar en varios rubros. Y si bien se puede decir que el galardón está "casi" en sus manos, no hay que olvidar que los integrantes de la Academia de Hollywood, a la hora de dar el premio a Mejor Película, generalmente se inclinan por opciones más sobrias y solemnes. En cambio, Tres disparos por un crimen, parte de premisas de drama académico para luego girar el territorio del más desatado sarcasmo. Habrá que ver si por primera vez triunfa un voto un poco más fresco e irreverente.

Three billboards outside Ebbing, Missouri / Estados Unidos / 2017 / 115 minutos / Apta para mayores de 16 años / Dirección: Martin McDonagh / Con: Frances McDormand, Woody Harrelson, Sam Rockwell