24 cuadros

Crítica de Federico Vargas - Cinéfilo Serial

“24 Frames” o “24 cuadros” es un documental dirigido por Abbas Kiarostami, cuya primera presentación fue en el Festival de Cannes 2017. La sinopsis es presentada de la siguiente forma según palabras del director: “Siempre me pregunto en qué medida los artistas tratan de representar la realidad de una escena. Los pintores y los fotógrafos solo capturan una imagen, pero nada de lo que sucede antes o después”. 24 cuadros, fotografías o videos, y, para cada uno de ellos, el desarrollo de esa posible realidad que los completa. Testamento poético de uno de los mayores cineastas de las décadas recientes.

Sinceramente creemos que no hay mucho para analizar de este documental, a pesar de su extensa duración y por la sinopsis que nos da Abbas, entendemos el concepto básico del documental durante sus casi dos horas.

Se nos presentan 24 cuadros, unos con más larga duración que otros, en donde el espectador puede apreciar los distintos escenarios que vemos durante todo el documental. En algunos los tonos de color son más grises, negros y blancos mientras que en otros tenemos una buena gama de colores con buen contraste. Los 24 cuadros nos muestran planos generales de diferentes lugares donde durante unos minutos apreciamos todo el plano y lo que sucede en él.

En algunos podemos apreciar animales, en otros hay apariciones de humanos en movimiento y luego en los restantes solo distinguimos la naturaleza misma. No es un documental en donde nos cuenten una historia de vida motivacional o inspiradora, sino que es para disfrutar de cada segundo de cada plano acompañado de un sonido bastante tranquilizante y que a pesar de que no muestre mucho o parezca aburrido, es interesante ponerse a analizar todo el contexto y la imagen que se nos presenta.

Quizás el error o mejor dicho el punto flojo que podemos observar es la extensa duración. Son casi 2 horas que sí, muestran escenarios y planos interesantes para ponerse a analizar, pero más allá de eso no hay más para profundizar. La música que se utiliza no aparece en todos los cuadros, sino en algunos pocos y resulta una banda sonora bastante tranquilizadora y relajante que acompañan muy bien a la imagen que nos muestra el director.

En resumen, “24 Frames” es un interesante documental en donde el espectador puede analizar los diferentes cuadros para apreciar más la imagen y el sonido de la naturaleza misma, pero que no ofrece mucho más que eso y es muy aburrido por su larguísima duración.