2012

Crítica de Goldstein - Demasiado Cine!

El verdadero fin del mundo.

Una vez más, de la mano de Roland Emmerich, se vino el fin del mundo. Pero esta vez al parecer va en serio. Cumpliendo (casi) con el calendario maya que pronostica la alineación de la tierra con el centro de la galaxia, se extiende el guion e historia principal de esta, particularmente gastada, película. Una serie de sucesos darán a conocer este avenimiento del hecho concreto, que desatara terremotos, maremotos, movimientos de placas tectónicas y el hundimiento o inundación de la gran parte de la tierra. Un problema pequeño. “¿Qué hará la humanidad para salvarse?” seria la pregunta adecuada, pero la verdadera pregunta del millón es ¿Dónde están las salidas de emergencia de esta sala?

Sin dudas Roland Emmerich tiene una fijación con la destrucción de la raza humana. Ya lo vimos en sus producciones anteriores (Como puede ser “Independence Day”), que sus tramas cumplen una receta. Tomamos una escena cotidiana de la vida normal, mientras paralelamente se hace un gran descubrimiento, que terminara siendo el fin de la raza humana, o por lo menos potencialmente hablando. Mientras uno u otro suceden, te muestra cómo se desarrolla el otro por separado, y así sigue, hasta que se cruzan ambas historias (prácticamente en minutos, en cada entrega vemos como esto es más rápido), y se desata el conflicto “final”. Los personajes tienen un que otro latiguillo para funcionar en la pantalla y mismo en la película. Sin mayores profundidades. Está claro, que todo esto es acompañado por la mayor parafernalia y secuencia de imágenes prefabricadas, habidas y por haber en el repertorio de Emmerich. En fin, más de lo mismo.
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Tipica escena de Roland, con la tipica corrida y con el tipico fondo apocaliptico. ¡Vamos!

No sos vos, soy yo.

Seguramente, como debatimos en el mini-podcast de estrenos “2012” no era una película a tener en cuenta por su profundidad y racionalidad a la hora de contar una historia o diagramar el guion. Obviamente nadie esperaba eso, y la mayoría de la gente va a mirarla “por los efectos” (una expresión que francamente ya me duele escuchar). Y les digo algo, ¡No lo vale! No señor. Es una tortura tener que bancarse más de 120 minutos de película para ver algo que, sinceramente, lo puedo imaginar mejor. Puedo decirles que uno no ve tampoco lo que quiere ver. Sin duda hay escenas apocalípticas bastante impresionantes, pero no equilibran la balanza. Creo que en esta entrega (ya que bastantes veces hablamos de quiebres en los “géneros”) va a haber un quiebre, pero hacia abajo. La gente ya no puede ir a ver cine simplemente por los FX. Es muy difícil mantener al espectador entretenido hoy en día solo con eso, necesitamos historia, desarrollo de personaje, algo con un poco mas de contenido. En la generalidad si, seguro va a recaudar… ¿Pero será un buen producto? O más importante aún, ¿Les interesa que sea un buen producto o una buena película? Creo que no y las pruebas las tenemos al alcance de la mano, nos basta con comprar un ticket e ingresar a la sala. Por eso es que decimos que hay un quiebre, estas películas van a dejar de funcionar como quizás en su momento funciono “Día de la Independencia” (que es remotamente mejor que “2012” pese a que no me convenza del todo), ya no funcionan así porque se hizo parte integral de la cotidianeidad del cine los FX, y ya no es novedad, no logran algo importante en nuestras sensaciones o sentimientos. Quizás la vuelta de rosca en lo que es “FX” del siglo XXI esta en contar una historia, en el desarrollo, en tener en cuenta al espectador y su mundo. Quizás un buen ejemplo puede ser, salvando distancias astronómicas, “Fantastic Mr. Fox”, en donde, a pesar de muchos, sigue siendo FX el Stop Motion utilizado para contar algo interesante y con contenido. En fin, “2012” en este sentido es un producto hueco, un holograma de las viejas películas que si solo se iban a ver por el gran despliegue de FX, pero hoy dejaron de ser novedad, y si no pueden Photoshopear bien un afiche, ¿Que podemos esperar de un fotograma en la pantalla grande? Podemos esperar el fin del mundo.
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Escenas de la proxima entrega de Emmerich: "End of the Universe"

Problemas Existenciales.

¿Qué buscamos cuando vamos al cine? Respondan con sinceridad. Mucha gente dirá entretención, o pasar el rato de manera amena. Bueno. No vayan a ver “2012”. Lo “entretenido” de la historia sinceramente no alcanza para completar esa falta de guion, de trasfondo. Es mas ni siquiera tomaron puntas interesantísimas en las profecías Mayas como para explotar más el tema y darle más sustento a lo que pasaba. Era un tema como para tratar un poco más subliminalmente, o con alguna bajada de línea sobre la conciencia, pero no, obviamente estábamos esperando demasiado. Volviendo a la pregunta… ¿ Sos un fanático acérrimo de la puesta en escena? Tampoco vayas, te vas a decepcionar bastante. Digamos que prometió y se inflo mucho la película en sí misma, y se olvido de mostrarnos una buena fotografía, una buena puesta en escena de los lugares y de las acciones. No me basta con ver una ola de 600 metros arrasar con el mundo. ¿Donde está la pasión, el sufrimiento, el dolor de la perdida, la melancolía y nostalgia? Es decir, no lo digo de sádico o de descendiente de “HellRaiser”, pero son puntas que uno no puede olvidar cuando trata al fin del mundo como temática central. En fin, mas allá de una o dos escenas “copadas” no vas a ver.

La pregunta verdadera es ¿Qué buscan los directores? ¿Que buscan los productores y actores? Es decir, tienen los medios para hacer cada 2 años como mínimo producciones asombrosas, con un presupuesto, recursos y actores monumentales y de proporciones astronómicas. ¿Qué pasa que no lo hacen? ¿O será que nosotros estamos errados y ese tipo de cine funciona en otro lado del mapamundi?… En fin, equivocados o no, necesitamos una historia que seguir, un personaje que sentir, creo que nadie puede sentirse huérfano de director, y seguir pensando que algo vale la pena. Me lleve una gran decepción, no porque esperaba algo, sino porque finalmente cerré mi idea que hay cosas en este sistema de producción que no va más. Ya no hay mas ideas o hay pocas, y si las hay, no llegan.

Es tiempo de cambiar la receta Roland. Es tiempo.