12 horas para sobrevivir: El año de la elección

Crítica de Rolando Gallego - EscribiendoCine

Protegida

La saga que plantea el caos total en Estados Unidos por 12 horas (donde el delito, los crímenes y cualquier idea que linde con lo ilegal está permitida) tiene en 12 horas para sobrevir: El año de la elección (The Purge: Election Year, 2016) un giro que enviste a una urgencia impensada.

Tomando de la agenda mediática las elecciones primarias que el país del norte está teniendo, la historia del film ubica la acción en la confrontación entre dos candidatos que poseen ideas muy diferentes ante las 12 horas que dan vía libre a la anarquía total. Así, la senadora Roan (Elizabeth Mitchell), una defensora acérrima de la eliminación de la purga, debe luchar por su vida y protegerse ante la inevitable proximidad con la amenaza de su muerte.

Cuando los líderes de extrema derecha que impusieron la purga -para eliminar cualquier vestigio de multiculturalismo, inmigrantes, etc.- decidan que la protección de las altas figuras políticas sea vetada, su integridad corre el mismo riesgo que la de cualquier ciudadano. Pero no todo está perdido para Roan, ya que Leo (Frank Grillo), ahora en plan “guardaespaldas” de la mujer, conforma junto a una serie de personajes que también padecieron el acoso, un equipo de contención para mantener con vida a la senadora.

En el medio, una serie de obstáculos que lindan lo gore, hacen que la propuesta potencie su narración al enfocarse en las minorías que, más allá de la senadora, deben ingeniárselas para sobrevivir a la anarquía. Ejemplo de esto es el dueño de un pequeño comercio (Mykelti Williamson), su empleado latino (Joseph Julian Soria) y Laney (Betty Gabriel), una suerte de “leyenda” en marcar el territorio y ayudar a los demás el día de la purga.

La propuesta mantiene la tensión, prefiriendo el director James DeMonaco los primeros planos, los detalles y la creación de un universo con referencias a próceres norteamericanos e íconos patrios, que refuerzan la idea del asqueroso fervor nacionalista que originó la depuración.

En un momento de la película, el discurso de extrema derecha pronunciado por el líder de los nuevos padres de la patria, con una cercanía inevitable a Donald Trump, hace un regodeo en la muerte como mecanismo de expiación que asusta y alarma, y a la vez reflexiona sobre un posible futuro manejado por una persona sin escrúpulos. Con este condimento 12 horas para sobrevir: El año de la elección se suma al debate político de estos días.