12 años de esclavitud

Crítica de Rolando Gallego - Lúdico y memorioso

¿Qué es lo que hace que uno siga mirando el derrotero de un hombre libre que de un día para el otro pierde su identidad?¿Qué es lo que hace que Steve McQueen logre una de las películas más contundentes sobre un período trágico de la historia norteamericana?

Para saberlo hay que ir a las salas a encontrarse con "12 años de esclavitud"(USA, 2012), fuerte candidata a arrasar con los Oscar de este año y con todos los "condimentos" necesarios para poder entretener a todos por igual.

La búsqueda del pasado de Solomon Northup (Chiwetel Ejiofor) es el vector de la película, ya que todo se dispara cuando esta persona despierta en un calabozo alejado de su mundo.
Allí su suerte de otros tiempos, como distinguido caballero, miembro de la sociedad y señor de familia, termina, y su derrotero entre malvados dueños (Paul Giamatti, Bennedict Cumberbatch, Michael Fassbender) y el exceso de una exhibición carnicera a la que es expuesto durante 12 años lo cambia para siempre.

Como toda historia de esclavitud hay planes frustrados para escapar, hay un regodeo con la humillación, pero en esta oportunidad el punto de inflexión es otro. Nosotros sabemos que Solomon es una persona culta y honesta, alguien a quien lamentablemente sus saberes no hacen más que atormentarlo sobremanera y a quien le aconsejan esconder todos estos atributos.

"Usted es un negro extraordinario, pero no le servirá de nada" le dice Brad Pitt en una pequeña participación a Solomon (Pitt produce la película tambièn) haciendo referencia a sus conocimientos. Y el sabe que justamente es su perdición.

Porque más allá que sea cuestionable un pensamiento como el que voy a exponer a continuación, es la justificación que McQueen hace de la descarnada situación personal del esclavo, el problema de Solomon no es sólo ser negro, sino que, principalmente, es ser una persona culta con conciencia social. A los otros esclavos, ignorantes, incultos, les va mejor que a él. Porque por ejemplo ante castigos a otros cuerpos miran hacia otro lado.

Solomon no hace eso, cuando Patsey (Lupita Nyonng'o) es duramente es castigada (aún siendo la preferida del amo interpretado por Fassbender -Edwin-) sale a poner la cara por ella (más allá que el resultado no era el que buscaba). El dolor de los demás es suyo también.

La maestría en la dirección y la belleza de muchas de las imágenes que contextualizan la historia, así como también una musica incidental sórdida pero efectiva, hacen que "12..." sea un producto por encima de la media en este tipo de historias.

Para ir al cine sabiendo que la crudeza de las imágenes no dan respiro, pero que erigen una historia necesaria para seguir repasando períodos oscuros de la humanidad.

PUNTAJE: 8.5/10