Yesterday

Crítica de Bruno Calabrese - Cine Argentino Hoy

Romance Beatlemaniaco. Crítica de “Yesterday” de Danny Boyle.I
En pleno auge de las biopics musicales, generado por el rotundo éxito de “Rocketman” “Bohemian Rapsody”, el británico Danny Boyle sorprende con un hermoso homenaje a The Beatles pero en un formato distinto. El director de “Trainspotting” y “Slumdog Millonaire” le rinde tributo al cuarteto de Liverpool en una comedia romántica, llena de clichés propias del género pero igualmente emotiva y entretenida.

Jack (Himesh Patel) es un músico, cuyos intentos por convertirse en un cantante exitoso no estaban dando frutos y estaba por abandonar su carrera. En compañia de su amiga y representante Ellie (Lilly James) van de escenario en escenario tratando de lograr la fama tan deseada. Hasta que un extraño corte de electricidad en todo el planeta ocasionó que el resto de la humanidad no recuerde la existencia de Los Beatles y su música. Jack es ahora la única persona en el planeta que los recuerda y aprovecha la situación para convertirse en el cantautor de todos los grandes hits de la banda.

El guión estuvo a cargo de Richard Curtis, responsable de “Nothing Hill” y “Love Actually”, quien junto a Danny Boyle, maestro en la edición y la musicalización logran un historia completa, sumamente entretenida. Aunque caiga en lugares comunes del género, el carisma de Himesh Patel y la frescura de la ascendente Lilly James quienes logran llevar adelante la película de manera perfecta. La música de “The Beatles” es el complemento, sobre todo a la hora de jugar con el espectador como sería un mundo sin su música o si se hicieran famosos en estos tiempos, donde las redes sociales y la globalización hacen que la fama se consiga de manera vertiginosa. A esto se le suma Ed Sheeran como referente musical inglés contemporáneo, quien ve en Jack un mesías para la música, un enviado del cielo

Danny Boyle saca provecho de su magia para la construcción de escenarios ficticios, como el momento que Jack imagina como se viralizan las canciones. Así como también en los planos, con diferentes tonalidades de colores, siempre acorde a lo que generan en el espectador la música de The Beatles.

Todos estos elementos apuntalan la misión de rendir culto al cuarteto de Liverpool. Podría haber sido un poco más o menos subversivo acerca de su visión sobre las consecuencias que podrían acarrear la no existencia de The Beatles, pero el homenaje está bien merecido y se ejecuta con entusiasmo para transformarse en una comedia agradable para cualquier tipo de espectador que disfrute de la música.

Puntaje: 80/100