Voyage, voyage

Crítica de Gustavo Castagna - Tiempo Argentino

Afirmarse en la libertad

El punto de partida es ¿Dónde está Kim Basinger? (2009), curioso cortometraje que el realizador francés Edouard Deluc filmó en nuestro país. Con algunos actores de ese trabajo y recurriendo a la comedia estilo road-movie, Voyage, voyage muestra a dos hermanos de diferentes características: el exaltado Marcus (Rebbot) con su cuerpo largo y torpe, y el silencioso Antoine (Duvauchelle), a quien acaba de dejar su esposa.

Están en el país porque deben concurrir al casamiento de un primo (el cantante Benjamin Biolay), es decir, son dos extranjeros en un territorio que desconocen, razón para que Voyage, voyage pretenda convertirse en una comedia simple, directa, y por qué no, en un viaje iniciático concebido en una geografía que por momentos actúa como postal turística.
Como el corto anterior, el primer largo en cine de Deluc es extraño por su tono descontracturado, con escenas felices y otras que no merecen recordarse, pero que aun en sus puntos bajos, transmite cierta sensación de "película libre" que envidiarían otros ejemplos genéricos. Aparecerá un conserje de hotel (Kamenetzky) y una mujer que se prende rápidamente a la aventura de los hermanos (Contreras), como dos personajes que se afirman en la libertad y simpatía a la que alude la trama. Y, por supuesto, las clásicas obturaciones dramáticas que requiere una road-movie, donde la felicidad le deja un pequeño espacio a la tristeza y melancolía. Y habrá borracheras, bailes, robos, cuestiones azarosas, planteos entre los dos hermanos, recuerdos por la madre muerta y algunas líneas de cocaína en la previa del casamiento. Voyage, voyage es una película menor pero consciente de su categoría. No es poco.