Viejos

Crítica de Roger Koza - Con los ojos abiertos

La pareja protagónica está en crisis y a punto de separarse. Los niños lo intuyen, los padres aún no lo han comunicado. Los primeros momentos se circunscriben a situar la angustia de los cuatro. Pero Viejos no es una película familiar propia de la cultura estadounidense en la que se perpetúa el ideal de institución familiar; es una película del cineasta indio M. Night Shyamalan, y si bien a este no le es indiferente la importancia de los sentimientos primarios que circulan entre padres e hijos, su interés recae siempre en lo fantástico y en sintonía con angustias menos enraizadas en la dinámica sentimental de un matrimonio que en formas del malestar contemporáneo. La especialidad del cineasta siempre ha sido detectar los signos de las fantasías en las que se expresan miedos y ansiedades no del todo conscientes en el imaginario colectivo. El desenlace de Viejos, sin ir más lejos, pone en imágenes la paranoia global en torno a la medicina.