Viaje a los pueblos fumigados

Crítica de Martín Chiavarino - Metacultura

El saqueo continúa

Desde la concepción del documental Memorias del Saqueo en el año 2004, un extraordinario diagnóstico sobre las consecuencias de las políticas neoliberales en Argentina a partir de la década del noventa hasta la fecha de lanzamiento de la película, Fernando “Pino” Solanas ha analizado en sus obras distintas cuestiones relacionadas con el contubernio entre los políticos de distintas banderas y las corporaciones transnacionales y sus socios locales para destruir el sistema productivo del país, disciplinar a sus organizaciones sociales, corromper a su clase política y saquear los recursos naturales con el menor costo financiero. Esta actividad de denuncia cinematográfica dirigida hacia un público masivo se ha combinado con su acción política, que lo ha llevado a ser diputado y senador nacional con su partido, Proyecto Sur.

En Viaje a los Pueblos Fumigados (2018) Pino retoma un periplo realizado a la provincia de Salta para su documental sobre la industria petrolífera argentina y las resistencias a la privatización de este recurso estratégico, Tierra Sublevada: Oro Negro (2011), para indagar en una obra dividida en diez capítulos sobre las políticas y las consecuencias de los agrotóxicos para el medio ambiente y la salud de toda la población.

Solanas entrevista aquí a distintos expertos como Jorge Rulli, Adolfo Boy y Pedro Peritta, entre otros con el objetivo de dilucidar para sí mismo y para el público las nocivas consecuencias de las utilización de semillas transgénicas y de agrotóxicos, la contaminación de todas las hortalizas a partir de la fumigación con pesticidas prohibidos, la evolución de las políticas de patentes del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), el aprovechamiento de las corporaciones de la confusión y la falta de información fidedigna y de investigaciones sobre los transgénicos y el glifosato en los organismos estatales y el reemplazo de la lógica social de la calidad por la del mercado, que promueve la cantidad y no la calidad como modelo de explotación intensiva. El documental señala a su vez como estás políticas de monocultivo, el desmonte, la destrucción del suelo productivo y el endeudamiento han llevado a la quiebra a los pequeños chacareros, concentrando cada vez más la riqueza y la tierra en pocas manos, generando así más desocupación, pobreza y hambre. Además de hacer hincapié en la perdida de la biodiversidad y de soberanía Pino Solanas también analiza a través de las entrevistas la triangulación de las mercaderías que las corporaciones realizan para evadir impuestos a través de las sociedades Offshore, denunciando la connivencia con los políticos que han gobernado el país desde la década del noventa, pero marcando que en los últimos dos años la fumigación con agrotóxicos se ha multiplicado, señal de una clara política del actual Gobierno al respecto.

Por supuesto, Solanas no se queda en la denuncia y también entrevista y visita a los integrantes de Naturaleza Viva, Remo Vénica e Irmina Kleiner, un proyecto de agricultura orgánica y agroecológica que es un ejemplo en el mundo. La lucha de la pareja por la supervivencia fue retratada de forma maravillosa por Juan Baldana en Los del Suelo (2015), film que narra su huida de las autoridades militares y su vida en la clandestinidad durante toda la última Dictadura Militar. El realizador también releva en Viaje a los Pueblos Fumigados otros proyectos con conciencia rural agroecológica que producen alimentos orgánicos y proponen otro modelo de desarrollo sin soluciones químicas contaminantes. Solanas regresa así nuevamente al documental de barricada para advertir sobre una cuestión que cada vez hace más ruido y necesita difusión, para frenar a las corporaciones multinacionales y sus cómplices locales en su intento de envenenamiento de la población, para poder construir una soberanía alimentaria como proponen organizaciones internacionales como Vía Campesina.