Verano del '79

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

Estampa familiar

Julie Delpy dirige y coprotagoniza esta comedia costumbrista sobre una extensa familia, que se reúne un día en el campo.

Hay quienes tienen familias acotadas, y quienes para Navidad se gastan una fortuna en regalos. La de Albertine es de estas últimas. Reunida en la casa en la campiña -la Bretaña francesa- de la matriarca del clan familiar, festejan el cumpleaños de la abuela, y entonces se reúnen hijos, tíos, hermanos, primos y todos los etcéteras que esta suerte de Los Campanelli, algo más osada, ha dirigido Julie Delpy.

La actriz de Antes del atardecer y Bleu, Blanc y Rouge construye una comedia costumbrista, en la que las discusiones más apasionadas pueden surgir por un tema político o alguna desavenencia que se arrastra sin remedio.

Armada a partir de recuerdos de su propia infancia -Delpy interpreta a la madre de Albertine; Albertine es ella, y a la abuela de Albertine la encarna Emmanulle Riva-, la película está ambientada en 1979, cuando la estación espacial Skylab estaba por caer a la Tierra. Salvo por una analogía muy básica -la llegada del Skylab y la primera menstruación de la protagonista-, la realizadora opta por hacer una radiografía de los comportamientos de la sociedad francesa de esa época, y en la que los progres de izquierda y los conservadores de derecha bien podían compartir una mesa. Cómo terminaba la cosa, ésa es otra historia.

La larga jornada en la campiña está vista desde la perspectiva de la niña, cuyos padres liberales le han formateado una manera de enfrentar la vida para la que no está preparada. Cuando le llegue el primer enamoramiento con un chico mayor que ella, quedará inocentemente embobada.

Delpy construye las escenas desde la multiplicidad de miradas y aprovecha los distintos escenarios -la mesa puesta en el campo, el interior de la casona, la visita a la playa y el sector nudista, la fiesta de adolescentes- para desacartonar la puesta, muy basada en los diálogos, las opiniones y las réplicas.

Pese a que su posición ante la familia es muy clara, la película abre con una escena en la que cuando viaja con los suyos en el tren, no consiguen sentarse todos juntos, y poco menos que estalla. Cohesión: el mantener la familia unida ante todo problema externo, aunque internamente las diferencias estén. La decisión de iniciar el filme con esa escena no es superflua.