Una pastelería en Nothing Hill

Crítica de Bruno Calabrese - Solo fui al cine

En Una Pastelería en Notting Hills la novel directora Eliza Schroeder logra componer una comedia dramática agradable, no solo por su historia de mujeres emprendedoras empujadas por el dolor, sino también por las formas en las que elige mostrar los coloridos macarons y los tentadores pasteles que se pasean frente a la cámara.