Una novia de Shanghai

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Quiero decirles algo y creo que esto, debe reflejarse en cualquier ámbito del desarrollo artístico. Los innovadores son aquellos que salen de su zona de confort y se animan al desafío. Mauro Andrizzi es de lo más vanguardista que tenemos, y si te acercás a "Una novia de Shanghai", descubrirás el porqué: busca desarrollos nuevos en territorios inexplorados para la producción nacional.
Es imposible despegar "Una novia de Shanghai" de cómo se generó el proyecto de producción. Cuenta Andrizzi que el tenía la decisión junto a un equipo de productores de rodar algo en Shanghai, y que la experiencia iba a ser de 6 meses con un presupuesto acotado. Se lanzó a la aventura con un guión propio y tuvo que enfrentar las dificultades normales para una película de este tipo: el idioma y el armado del equipo técnico todo con locales.
Si bien Andrizzi tiene nociones de chino y se preparó, el tema de llevar a la práctica su idea fue bastante difícil, aceptando que la idiosincracia y los modos profesionales son distintos.
Pero volviendo a lo que importa: ¿por qué es valiosa "Una novia de Shanghai"?
Es una historia esquemática: hay un marco romántico, un traslado complicado, y un ritmo de narración entre divertido e intimista que te hace recorrer una ciudad increíble, de una manera que no te imaginabas.
La trama que trae Andrizzi es la de dos buscavidas que son contratados por un fantasma, para una extraña tarea. Deben llevar el cadaver (robado) de una mujer de un cementerio, hasta el puerto, para ser llevado a otra ciudad, donde descansará junto al de un antiguo amante. Como el fantasma explica, la difunta había estado casada con otro hombre y ya había fallecido con anterioridad (dato interesante) porque el encanto está en esta construcción de querer compartir juntos la eternidad, siendo que la vida física fue esquiva para este amor.
Y los dos simpáticos, los locales Jiao Jian y Hu Changwei, hacen un prolijo trabajo, mostrando algo de simpatía y corrección, para lo que el marco les ofrece. Andrizzi no está muy preocupado por lo que se dice, sino por lo que las imagénes e ideas transmiten. Busca mostrar el contraste entre la modernidad y la tradición, apela a lo bello de la ciudad y ofrece un producto novedoso para la industria argenta.
Buenos rubros técnicos, gran esfuerzo independiente de producción, notas simpáticas en un país misterioso para nosotros. Si se aproximan a ella desde el descubrimiento, seguramente pasarán un buen momento. No se apeguen a las estructuras más tradicionales y prueben el cine de Andrizzi, siempre buscando innovar en campos que tienen mucho para dar, pero pocos exploran.