Un viaje en el tiempo

Crítica de Manuel Germano - Chapeau Argentina

La nueva película dirigida por Ava DuVernay (basada en la novela de Madeleine L’Engle), y producida por Walt Disney Pictures y Whitaker Entertainment, es un film con un elementos técnicos que deslumbran, pero con un argumento débil que no logra sostenerse a través de su duración.
El titulo original del film “A wrinkle in time”, nos señala que existe un “pliegue” en el tiempo, en el cual Meg (Storm Reid), Calvin (Levi Miller) y Charles Wallace (el sorprende y divertido personaje que encarna el joven Deric McCabe) logran ingresar para buscar al Dr Murry (padre de Meg y Charles), quien hace cuatro años ha desaparecido sin dejar rastro. Este inesperado viaje tiene como guías “del mas allá”, a Mrs Wich (Oprah Winfrey), Mrs Who (Mindy Kaling) y Mrs Whatsit (Reese Witherspoon).

A partir del inicio de la travesía, que demora bastante en concretarse de forma innecesaria, DuVernay nos trasladará a diferentes mundos como Uriel, Orion e incluso el oscuro Camazotz, en donde podremos ver sin duda, lo mas valioso de la película: los efectos visuales y la dirección de arte: llenos de color, magia y emoción. En busca de su padre, Meg y Charles, junto a Calvin como como tercer protagonista, conocen lo fantástico de esos mundos, pero a la vez deben enfrentarse a sus propios miedos.

Si bien DuVernay se encargó de explicar que la película está destinada a niños entre 8 y 12 años, lo cual no es necesario aclarar, lo cierto es que el argumento y la previsibilidad del film, sumado al deslucimiento del reconocido reparto en función de un guión y un relato que no los beneficia, hace que la película no logre despegar nunca. Con frases hechas, consejos clichés sobre la vida y el amor (de los cuales ya estamos un poco cansados), el film parece estar anclado una década atrás: nada de lo que propone es nuevo ni sorprende.

Del equipo de actores, se destaca el niño Deric McCabe, en un personaje divertido y simpático, mientras que por parte de los adultos, Reese Witherspoon logra transmitir la frescura a la que nos tiene acostumbrados. Por otro lado, es una pena ver a Oprah Winfrey tan desaprovechada, y acá otra vez, DuVernay y los guionistas (Jennifer Lee y Jeff Stockwell) deben asumir esa responsabilidad.

El universo mágico y las producción millonaria de Disney se exhiben en este nuevo producto, pero, lamentablemente, la magia dura poco y los millones, no guardan relación con el resultado final.