Un sueño hermoso

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Un sueño hermoso cuenta la historia de Alejandra Podestá quien era apenas una niña cuando fue elegida para protagonizar el último film de la directora María Luisa Bemberg: De eso no se habla. Hasta ese momento, Alejandra había vivido acomplejada en su casa por su condición de enana. El rodaje del film la hizo sentir como nunca antes y le pareció que su vida había cambiado para siempre. De golpe estaba trabajando con la directora más famosa de Argentina, rodeadas de grandes actores nacionales y formando pareja nada menos que con Marcello Mastroianni.

Este documental aprovecha para contar quien era María Luisa Bemberg, recuperar su carrera, su feminismo y poner en contexto la obra de alguien quizá para las nuevas generaciones no sea conocida. Bemberg era importante, la película era importante y Mastroianni es una de las más grandes estrellas de toda la historia del cine mundial. Con varios testimonios de personas que participaron en la película y quienes conocieron a Alejandra, la película muestra la enorme soledad y angustia que ella sufrió toda su vida. El vínculo con una madre posesiva, un padre que la abandonó sin conocerla y el deseo de ir más allá de lo que le enseñaron que podía ser.

La película es sobria y clásica. Tiene el mérito de recuperar esta historia y exponer de forma clara el sufrimiento de su protagonista. Los audios de Alejandra Podestá son conmovedores y la película emociona. Es verdad que es muy triste el derrotero de su vida, tanto que angustia la película en los tramos finales. Pero al hacerlo construye un discurso contra la discriminación y los prejuicios. Conocer los sueños de una persona es conocer su esencia. Alejandra Podestá cumplió un sueño que miles hubiera querido tener. Al menos por un momento fue genuinamente feliz.