Un pasado infernal

Crítica de Javier Porta Fouz - La Nación

Atrapada en el tiempo

El director de las estimulantes El cubo y Splice, el canadiense Vincenzo Natali, vuelve a encerrarse -como en la primera película- para contar una historia de personajes encerrados. En este caso, encerrados en el tiempo y en el espacio, en una casa y en un día, por lo menos en un principio, en el que se extraen varios recursos de Hechizo del tiempo: una adolescente es consciente de vivir un día a repetición, mientras el resto de su familia no se da cuenta. Luego, el film revisita Los otros, de Alejandro Amenábar. Aunque demasiado directas, son nobles influencias que se van desgastando con más encierro, más tiempos involucrados y unos cuantos sustos mediante recursos no demasiado elaborados.

Debería ganar algún premio a la sobriedad en el cine de terror Abigail Breslin (Pequeña Miss Sunshine, Zombieland), una admirable joven actriz en el centro de una película que se diluye al estirar sus planteos y abusar de revelaciones macabras que se vuelven mecánicas.