Un maldito policía en Nueva Orleans

Crítica de Matías Pérez Andrade - Revista Maxim

Tras el paso del huracán Katrina, en la Nueva Orleans devastada, el rati Terence McDonagh tiene la mala suerte de lesionarse la espalda, lo que lo obliga a consumir calmantes sin parar y a convertirse en un adicto violento y vicioso. Una remake de “Un maldito policía”, de 1992 y con Harvey Keitel, que la verdad estaba mejor. Esta versión la dirige el veterano Werner Herzog, un chiflado de aquellos, y Nicolas Cage interpreta el papel que mejor le sale: el de un sacado que deambula enloquecido, jalando coca y disparando su arma sin parar.