Un importante preestreno

Crítica de Matías Orta - A Sala Llena

La ciudad de Buenos Aires se caracteriza por tener siempre una vida cultural tan fascinante como intensa. En lo referente al cine, desde los ’60 -y, sobre todo, hasta mediados de los ’80- se convirtió en un paraíso para los fanáticos del séptimo arte. Desde obras de autor hasta películas eróticas y de terror de bajo presupuesto, las opciones parecían infinitas. Ni siquiera los gobiernos de turno, con sus férreas políticas de censura, pudieron detener este fenómeno que jamás había sido registrado… hasta ahora, gracias al documental Un Importante Preestreno.

El director Santiago Calori se adentra en un período único, en el que las salas porteñas (principalmente, las de la calle Lavalle) se llenaban de espectadores dispuestos a dejarse llevar por imágenes de astros europeos, desnudos femeninos, gorilas gigantes y más, muchas veces en funciones continuadas. A la par, muestra cómo estos hábitos quisieron ser modificados por políticos como Juan Carlos Onganía y quienes le sucedieron. Vemos cómo surgió la figura del censor, que tuvo entre sus representantes a Ramiro de la Fuente y al más conocido Miguel Paulino Tato. En un muy interesante audio, Tato se vanagloriaba de su tarea cortando películas con horror, sexo e ideologías cuestionables, en pos de preservar su sentido de la moral. Una época oscura para los cinéfilos, en la que los mismísimos distribuidores debían ingeniárselas para editar ellos mismos las copias traídas de afuera para que pudieran estrenarse.

Además, la película rescata viejos mitos locales, como que en Argentina fue donde se descubrieron los films de Ingmar Bergman y los viajes a Uruguay para ver películas que prohibían en este país, y conoceremos las tácticas de los distribuidores para mover productos exploitation sacando partido del éxito cinematográfico más cercano, como sucedió con el bombazo Emmanuelle o con el King Kong producido por Dino De Laurentiis.

A la cantidad y calidad del material de archivo se le suman los ricos testimonios de, entre otros, los distribuidores Pascual Condito y Bernardo Zupnik, Claudio María Domínguez (creador de uno de los títulos argentinos más sugestivos: Déjala Morir Adentro, nombre local de Julie Darling, de 1983), Alejandro Sammaritano, Axel Kuschevatzky; los historiadores Fernando Martín Peña, Raúl Manrupe y el fallecido Fabio Manes, en una aparición póstuma. También hay entrevistas a figuras públicas de diferentes ámbitos que cuentan sus experiencias como devotos de la pantalla grande, como el locutor Bobby Flores y el músico Daniel Melero. Cada anécdota va de lo desopilante a lo más serio, en especial cuando se habla de la censura. Con un estilo dinámico y entretenido, Un Importante Preestreno rescata un período extinto de Buenos Aires y sirve para mostrar cómo la pasión derriba toda clase de imposiciones, sea en las salas cinematográficas o en la vida.