Un gran dinosaurio

Crítica de Rolando Gallego - Lúdico y memorioso

Crecer de golpe

En "Un gran dinosaurio" (USA, 2015) la última creación de Disney/Pixar la historia de Arlo, un apatosaurio, le sirve a su director Peter Sohn para narrar, en realidad, el crecimiento de golpe de un ser que hasta el momento luchaba por ser igual a los demás.

Luego del fallecimiento intempestivo de su padre, Arlo, debe compartir las tareas de la huerta de la familia para substir, y cargando la culpa de la muerte un día decide enfrentar al mundo y a un misterioso ser, su enemigo, con el que luego terminará entablando un lazo fuerte para poder, entre ambos, recuperar parte de lo perdido.

"Un gran dinosario" explora nuevamente uno de los tópicos preferidos de los estudios Disney, la orfandad, pero en esta oportunidad lo hace con una vuelta de tuerca en la que la idea de "que pasaría si los dinosaurios no se hubiesen extinguido" dispara la premisa para que Arlo, el dinosaurio, sea el ser "pensante y racional" de la historia, mientras que el salvaje Spot, un niño cavernícola, cumpla el rol de "mascota" del dinosaurio.

Este cambio de perspectiva es aquello que genera más empatía con la historia, de un filme que abusa de golpes bajos para lograr sentimentalismo, y que suma como tercer personaje protagónico a la naturaleza.

Visualmente "Un gran dinosaurio" impacta, no así desde la simpleza y la linealidad de la narración, con un climax in crescendo que va sumando expectativa hacia al final para ver si finalmente el dinosaurio logra reencontrarse con sus seres queridos.

La transformación física, temperamental y mental que Arlo sufre a lo largo del filme, luego de haberse perdido de su aldea y de tratar a toda costa de volver allí, pese a los obstáculos que en la trama se le pongan (aves carroñeras, temibles dinosaurios, etc.) y a sus propios temores.

"Un gran dinosaurio" no quedará como la mejor película del tándem PIXAR/DISNEY, mucho menos luego del gran exito que este año lograron en todos los niveles con "Intensa-Mente", pero les permitirá seguir apostando a valores como la amistad, la familia, el amor, algo a lo que siempre apuestan.

Al filme lo precede el corto "Sanjay Superteam" una pequeña maravilla en la que Sanjay, un niño indio, intenta superar sus obligaciones religiosas a fuerza de la imaginación.

PUNTAJE: 7/10