Basada en el clásico Firestarter de Stephen King, que a su vez ya fue llevado al cine en los años ochenta con una pequeña Drew Barrymore en el papel central, el realizador Keith Thomas se pone tras las cámaras para contar cómo la hija de un matrimonio sobre el cual se hicieron pruebas científicas, debe asumir su condición de “anómala”, frente a la sociedad, intentado controlar su fuerza, la capacidad de incendiarlo todo. Con música de John Carpenter, que nos hace viajar al pasado, con una fiesta de sintetizadores, Zac Efron, Michael Greyeyes y Ryan Kiera Armstrong, se ponen al frente de un atrapante cuento sobre vínculos, experimentos y cómo el control marca el pulso de los días de la gente.
Mika Kaurismaki tras las cámaras de esta good feeling movie en la que el encuentro y choque de culturas termina por potenciar una historia de amor y solidaridad que revela el costado más empático de sus personajes.
Fallida propuesta que intenta engañar a los espectadores con su disfraz de documental para luego devenir en un festín de estereotipos y lugares comunes de lo peor del cine de género y sus derivados.
La pandemia reconfigura las ideas de esta película en solitario de Virna Molina, quien además nos interpela con profundas reflexiones sobre el progreso, el futuro, el pasado, el consumo, el trabajo y mucho más.
Bienvenido Sam Raimi, una vez más, al mundo de los héroes, para una propuesta que si bien no deslumbra, tiene momentos vitales y originales como un duelo musical con notas que permanecerá en el recuerdo del espectador.
Sencilla y a la vez sensible propuesta en la que el homenaje al teatro y al padre del realizador, permiten ver cómo las miserias de un pueblo afloran a la hora de la vuelta de un exitoso director y dramaturgo para reponer la obra con la que se consagró e impulsó su carrera fuera del lugar.
Finalmente la ópera prima de Agustina San Martín, protagonizada por Tamara Rocca, Julieth Micola y Ana Brun, llega a los cines tras presentarse en varios Festivales, narrando cómo una joven recién llegada a un pueblo, se ve envuelta en un espiral de deseo, pasión y sexo, a la vez que sucesos sobrenaturales repercuten en la vivienda que está habitando. Con un ejercicio técnico y narrativo impecable, San Martín se afirma como una de las realizadoras más prometedoras del panorama cinematográfico local
Fallido intento de generar un thriller sorpresivo, narrado casi en tiempo real, sobre las desgracias de un empleado de call center que intenta resolver un particular pedido de un cliente. Nicolás Francella sale airoso de su primer protagónico en una propuesta que no logra transmitir todo lo que propone.
Tal como lo indica su título, esta nueva visita a Downton Abbey permite profundizar en personajes entrañables que se abren a un nuevo horizonte ante los cambios de la sociedad.
Rutinas y la cotidianeidad de un grupo variopinto de oficios y profesiones, sirven para que Gisela Peláez construya un fresco sobre la realidad laboral, la precarización y la emergencia de trabajadores a la deriva en ambientes laborales cada vez más opresivos.