Un gallo con muchos huevos

Crítica de Javier Porta Fouz - La Nación

Un gallo con muchos huevos

nimación digital mexicana de gran taquilla, Un gallo con muchos huevos es la tercera de la serie luego de Una película de huevos (2006) y Otra película de huevos y un pollo (2009), de la gente de HuevoCartoon. Hay huevos que hablan, un tocino con ojos, gallos y patos que hablan y pelean, y gallinas que también cantan. El protagonista es el gallo Toto, que termina en el mundo de las riñas (más bien boxeo) de gallos para poder salvar la granja en la que vive.

Un mundo de fantasía que se aprovecha a medias (o todavía a menos), entre referencias diversas y adocenadas a películas como Rocky, canciones ya usadas antes de forma parecida y varias líneas de doble sentido. Éste es el tipo de film animado de relato, antes que sencillo, de fórmula irreflexiva, escasamente imaginativa, casi desganada, con una asombrosa lentitud narrativa.

Un gallo con muchos huevos es una de esas películas que, más allá de algunos detalles aislados en forma de chiste o de algún personaje simpáticamente absurdo (esos roedores que quieren comer pollo, los patos con onomatopeyas de historieta), ofrecen escuálidos atractivos.

La animación, lejos de cualquier amateurismo, sufre de cierta fijación un tanto televisiva al pensar la mayoría de los planos de forma excesivamente centralizada.