Trolls

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Hace tiempo que Dreamworks no arriesgaba con un producto fresco y colorido. No es que no haya tenido hits pero ciertamente venia faltando una película que ratificara el poder creativo de la compañía. Lo cierto es que la idea les venía rondando a Walt Dohrn y Mike Mitchell (director y guionistas de versiones de Shrek, emblema del estudio), cuando ambos descubrieron que esos simpáticos personajes creados originalmente en 1959 (muñequitos de juguete) tenían el carisma para protagonizar una historia clásica de superación y aventura.
Cuentan en Hollywood que Mitchell quería dos grandes estrellas del pop para los roles principales aunque con la reserva de que fueran buenos comediantes, además.
Así fue que Anna Kendrick y Justin Timberlake se subieron al proyecto, aportando ideas y desarrollos para sus personajes. Ambos trabajaron mucho el aspecto central del film, que tiene que ver, con la música (de hecho Timberlake produce la banda de sonido). Aquí en América latina, las versiones dobladas (por cierto muy prolijitas) están hechas por Belinda y Alex Syntek y si bien la mayoría están en castellano, hay algunas perlitas en inglés que serán recordadas por mucho tiempo ("The Sound of Silence" es increíble).
La trama gira alrededor de un pueblo de criaturas felices, cuya actividad principal es, cantar, bailar y abrazar a sus pares cada media hora. Son los trolls, personajes parecidos a los pitufos pero con un cabello bastante más carismático. Ellos vienen escapándose de otro pueblo, los vertenos. Estos sujetos descreen en sí mismo para ser felices y creen que solo podrán serlo, si comen un troll. Glup!
Los coloridos enanos hacen una fiesta demasiado ruidosa y atraen la atención de la chef desocupada del pueblo verteno. Ella llegará hasta el lugar y secuestrará a un grupo de trolls para llevarlos como alimento exquisito y ganar el favor real, con la idea de recuperar prestigio y posición.
Claro, lo que ella no anticipó es que la habilidosa e hiperpositiva princesa Poppy (Kendrick / Belinda) , se interpusiera en sus planes. Porque una vez que ella se recupere de la sorpresa inicial, iniciará una misión de rescate junto a un troll bastante paranoico y pesimista, Ramon, (jugado por Timberlake / Syntek ) para traer de vuelta a sus amigos.
Para el público adulto, la banda de sonido lo es todo. La historia es más bien convencional, pero el aspecto sobresaliente de “Trolls” es cómo trae esos hits que amamos de los 70’ y 80’ a una trama simpática y ciertamente lisérgica desde lo visual.
Porque si bien nos gusta el color, aquí lo que verán es una adoración que roza lo kirsch. No importa mientras la sala tenga Dolby y podamos escuchar estas canciones creanme. La versión de “Hello”, o el gran hit de Timberlake “Can’t stop…” son de los puntos altos del film.
Dreamworks acertó un pleno con la temática sencilla y la puesta coreográfica y musical. No la dejen pasar.