Todos tenemos un plan

Crítica de Fredy Friedlander - Leedor.com

Pese a algunas vacilaciones la debutante Ana Piterbarg logra en el balance un interesante film de género.

Cuando se cumplen dos tercios de año y un número record de novedades locales (75) es muy poco lo rescatable hasta el presente. En ese sentido, el estreno de “Todos tenemos un plan” representa un poco de aire fresco dentro de la alicaída producción nacional.

Su realizadora, Ana Piterbarg, debuta en el largometraje y resulta una agradable sorpresa que haya logrado convencer a Viggo Mortensen para su primer protagónico en un film argentino. Como ella misma lo revelara había escrito un guión y se lo envió al reputado actor, nacido en Estados Unidos pero con un pasado de casi diez años en nuestro país. Y a Viggo le gustó, aceptando participar del proyecto que ahora es posible ver hecho realidad.

Vale la pena destacar la ascendente carrera del actor que se hizo famoso al interpretar el personaje de Aragorn en la trilogía de “El señor de los anillos”, a inicios de la pasada década. Sin duda fue David Cronenberg quien lo ayudó a consolidar la carrera con otra trilogía muy distinta conformada por “Una historia de violencia”, “Promesas del Este” y “Un método peligroso”. Pero lo que ahora parece fácil no fue así al inicio de su carrera. Como él mismo reconociera Woody Allen lo había convocado para “La rosa púrpura del Cairo”, pero lo filmado quedó en la mesa del montaje. De todos modos, su debut fue en un corto rol en 1985 en “Testigo en peligro” (“Witness”), un gran film de Peter Weir. De allí en más y durante quince años y el doble de films nunca logró trascender hasta que Peter Jackson le ofreció el rol consagratorio. (Como señalara en una entrevista fue su propio hijo, un fanático de la obra de Tolkien, quien lo alentó a protagonizar la célebre trilogía).

“Todos tenemos un plan” es un film de género, básicamente un thriller con un doble rol para Mortensen. Al inicio vemos a Pedro, hombre con barba, que opera su propia colmena de abejas en pleno Delta y del que pronto sabremos que está gravemente enfermo.

Luego la acción se traslada a la capital donde su hermano gemelo Agustín, casi una copia imberbe, ejerce la profesión de médico. Su esposa (Soledad Villamil) le comenta que los trámites de adopción de un bebé van por buen camino, pero el marido le confiesa que no quiere adoptar a ese chico. Y ella le replica que él necesita urgentemente pedir ayuda y le espeta un “sabes que andas mal”.

La siguiente escena es fundamental en la trama cuando el hermano enfermo visita al otro en su casa y por causas que no conviene develar Agustín asume la personalidad de Pedro. Las escenas donde se juntan ambos personajes y un único actor (bien Mortensen) las interpreta están técnicamente logradas y el “truco” no se nota y funciona.

A partir de allí comienza otra película cuando Agustín, ahora con barba, llega al Delta pretendiendo ser su hermano. Los únicos que al principio no lo reconocen son los perros que no dejan de ladrar. Pero logra engañar al resto incluyendo a la joven Rosa (excelente Sofía Gala Castiglione), ayudante ocasional en la recolección de la miel.

Rosa, o la “pichona” como la suelen apodar, será el hilo conductor de un relato donde harán irrupción una serie de personajes de la vía acuática que incluye a Adrián, un oscuro y peligroso delincuente, otra buena actuación de Daniel Fanego y muy visto últimamente (“¡Atraco!”, “Rehén de ilusiones”). La joven junto a Agustín y Adrián conformarán un peligroso triángulo de amor y odio, a los que se sumarán varios habitantes de las islas y miembros corruptos dela Prefectura.Todo girará alrededor de un crimen anterior (Oscar Alegre como víctima) y la aparición de Rubén, ahijado del hampón, bien caracterizado por Javier Godino (“El secreto de sus ojos”).

Habrá aún mucha violencia y varios muertos más, incluyendo la reaparición algo fugaz de la esposa de Agustín. Pero sin duda el personaje de Soledad Villamil tendrá poco peso en la historia ya que el grueso del protagonismo se lo llevará la hija de Moria Casán.

Como acertadamente señala el título del film todos los protagonistas tienen algún problema y pese a algunas vacilaciones del guión y un exceso de idas y vueltas, la directora logra en el balance plasmar un digno film de género policial. Excelente la música de Federico Jusid y Lucio Godoy, elemento fundamental para ambientar un clima sórdido y destacable la fotografía de Lucio Bonelli.