Titanes del Pacífico

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Anexo de Crítica
Salí de la función de “Pacific Rim”, satisfecho pero no sorprendido. Durante varios meses habíamos tenido la oportunidad de ir viendo fragmentos de la obra de Guillermo Del Toro y no sorprendió lo que vimos en sala: una Blockbuster fuerte, plagada de CGI, con una propuesta que integra muchos de los elementos que el director ama (los robots, los alienígenas, los héroes, etc)…
En Twitter escribí: “#PacificRim puede resumirse en la siguiente ecuación, Transformers + Godzilla + Armaggedeon + Mazinger Z (!)” . Contiene elementos de todas, (la última es una serie japonesa de los 70, famosa por tener al primer robot gigante tripulado) articulados (remixados, me atrevo a decir) y presentados dentro de un envase contundente: sentarse en la butaca garantiza una experiencia conmovedora (mucho más en 3D y excelsa en IMAX).
Por qué? “Titanes del Pacífico” posee mucha fibra a la hora de presentar combates cuerpo a cuerpo entre máquinas y monstruos, se apoya en una banda sonora estruendosa y no da respiro en sus 131 minutos de duración. Si, no hay dudas a la hora de evaluarla desde lo técnico, su riqueza es indiscutible.
Desde ese punto de vista, Del Toro, acepta las convenciones de la industria (con las que a veces se pelea y mucho), pone su instinto al servicio de la historia y se la juega a la hora de instalar el escenario en Oriente, en una jugada central para que las cifras globales de su película estén a salvo de cualquier amenaza o fracaso. Con el apoyo de los fans de ese continente, tiene asegurado salir victorioso de la batalla en la taquilla (piensen que fue un junio bárbaro para la industria americana).
La trama es simple, se instala rápido y nos disponemos a subirnos al ring ya en los primeros minutos: un breve racconto que explica la aparición de los Kaijus (monstruos de enorme tamaño que destruyen ciudades y evolucionan en el tiempo, amenazando la supervivencia humana) y su derrotero de mass destruction. La comunidad mundial decide enfrentarlos con armas de mayor calibre, y crea los Jaegers, súper robots capaces de enfrentar semejante plaga.
La cuestión es que los Kaijus van inclinando la batalla de su lado y los líderes mundiales planean otra táctica para enfrentarlos. En esa vuelta, pretenden pasar a retiro a las máquinas que hace 5 años venían defendiendo ciudades y puertos en varias partes del mundo y las confinan en un puesto en el Pacífico. De ahí en más, veremos como esta guerra cobra gravedad y cuáles son las ideas que aparecen para terminar con la epidemia de los monstruos de una vez y para siempre (siempre que no haya secuela, por supuesto).
Hay un elenco discretísimo que intenta, en pocas escenas (las que transcurren entre batalla y batalla) transmitir heroísmo, dolor, compromiso,… pero no lo logra. Tampoco el guión explica mucho algunas cuestiones que importan (esos 5 años que quedan con poca descripción desde la llegada del primer Kaiju hasta el momento actual) pero todo eso, queda subordinado al goce que te ofrece la película…
No hay que ponerse tan analíticos, en definitiva. Del Toro hace una cinta muy técnica que deleita a los espectadores de todas las edades y eso es lo importante…. Lo cual no significa que sea perfecta, ni mucho menos. No dejen de verla si lo suyo es la ciencia ficción.