Tierra de zombies

Crítica de Matías Pérez Andrade - Revista Maxim

Tenedor libre

La tierra ya no es la tierra. Una hamburguesa contaminada desató un virus que hizo de la humanidad una banda de zombies carnívoros y ahora para vivir, hay que matar. Una comedia que te levanta los cachetes. Leé, leé.

Columbus es un adolescente, medio bobo y fóbico y uno de los pocos humanos con vida, tras una epidemia que convirtió a EE.UU. en “Zombieland”, la tierra de zombies. El pibe se las arregla bastante bien huyendo de los bichos, en parte por su paranoia y en parte porque sigue al pie de la letra una serie de reglas muy claras. Regla número uno: siempre disparar dos veces. En camino a su hogar materno, se encuentra con Tallahasee (Woody Harrelson) un lunático empeñado en asesinar tantos zombies como pueda y en disfrutar con las pequeñas cosas de la vida como destruir lo poco que queda en pie en la civilización en busca de una golosina. También aparecen un par de hermanas muy pillas quienes quieren instalarse en un parque de diversiones desierto que suponen libres de zombies. Delirante, frenética y llena de sangre y cráneos hechos puré, esta comedia es una de las pelis del año, no la dejes pasar. Lo mejor: la competencia por el “Asesinato zombie del mes” y Bill Murray, que aparece brevemente y se fuma una pipa del tamaño de un taxi.