Tesis sobre un homicidio

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Pensaba que difícil es escribir sobre un actor nacional de la dimensión que ha cobrado Ricardo Darín en la última década. Multipremiado, prestigioso y favorito del público. Cualquier cinta suya supera el medio millón de espectadores de piso, sin importar historia ni género en este tiempo… Ahora llega “Tesis sobre un homicidio” y lo primero que hay que decir, es que aquí hay mucho del Darín que ya vimos a lo largo de su carrera. Lo cual, no sorprende y si bien conecta rápido al espectador con la trama (ya sabemos del poder de su empatía), la propuesta no logran transmitir la tensión necesaria para ofrecerse como un thriller oscuro y potente, como esperábamos.
Roberto Bemúdez (Darín) es profesor de un posgrado de abogacía. Le gusta el whisky, está solo en la vida (más allá de su atenta ama de llaves) y ha tenido un desarrollo de profesión más que exitoso. Lo conocemos insatisfecho, inquieto y porqué no decirlo, escéptico y bastante hermético. Comienza a dar un seminario para jóvenes letrados cuando a pasos de aula se comete un crimen. Bermúdez queda impactado por la ferocidad y pulcritud del asesino y decide indagar las razones que pudieron provocar esa muerte. Y como es cuidadoso de los detalles, no deja pasar que entre sus alumnos, hay una presencia extraña: el hijo de una amiga lejana, que vive en España y que viajó hasta Buenos Aires para cursar junto a él, Gonzalo Ruiz Cordera (Alberto Ammann).
A Bermudez, Gonzalo le cae demasiado enigmático y comienza a sospechar, que puede tener algo que ver con el crimen en la facultad. Hay que decirlo, es un juego de gato y ratón, típico thriller de escritorio donde los detalles cobran mucha importancia a cada paso de la historia. De esa duda, pasa a la acción y es ahí donde la mirada se centra en las pistas que va dejando el asesino…
En el medio de la investigación, la hermana de la víctima, Laura (Calú Rivero), hará su aparición para generar tensión física y emocional entre los dos, al posicionarse como objeto de deseo de estos hombres en conflicto…
“Tesis sobre un homicidio” es el segundo largo de Hernan Goldfrid (el primero fue “Música en espera”) y debemos decir que es, demasiado esquemático. Súper pautado y con pocas sorpresas. Desde lo técnico, es una película solvente, no hay dudas. Darín corporiza bien su rol y tiene las líneas más interesantes del film, cuando reflexiona sobre la vida y la profesión, pero de alguna manera, la forma en que la trama se va construyendo, es previsible y eso le quita relieve a la propuesta.
Hay mucha teatralidad en la puesta y eso también instala cierto aire de inmovilidad… Pensaba también en el hecho de que, como en “El secreto de sus ojos” (y creo que esto llevará al público a sala también), hay abogados, hechos delictivos, investigación, estrategias… Pero aquí hay menos vuelo y la progresión natural del film nunca termina por detonar, a pesar de la entrega de su protagonista.
Quizás la ausencia de secundarios de peso (Rivero es muy bella pero transmite lo justo, nada más y la presencia de Arturo Puig es sólida pero muy acotada, entre los destacables) y la corporización de Ammann como una contrafigura/villano al que quizás le falte locura o perversión no le sumen en relación a lo que la propuesta necesitaba… Insisto, “Tesis…” es correcta y metódica, pero quizás un guión más arriesgado habría sacado más provecho del elenco que tiene.
Aprueba con lo justo, aunque probablemente no sea todo lo que esperábamos de ella, sin dudas.