Tengo miedo torero

Crítica de Santiago García - Leer Cine

El guión de Rodrigo Sepúlveda y Juan Elías Tovar adapta la novela “Tengo miedo torero” del autor Pedro Lemebel, tomándose algunas libertades para conseguir que el libro se vuelva más cinematográfico. Lo mismo que en su momento hizo Héctor Babenco cuando realizó El beso de la mujer araña (1985) basado en el libro de Manuel Puig.

La película, que transcurre con la dictadura de Pinochet como fondo, se concentra en el amor imposible que siente La Loca, un trans madura, hacia Carlos, un joven guerrillero perteneciente al Frente Patriótico Manuel Rodríguez.

La película es más interesante en el tema que en su desarrollo. Muestra que la fobia hacia las personas trans era de izquierda y de derecha indistintamente y busca entender el universo de la protagonista. Pero le falta esa vuelta artística que le permita ser más una película que una descripción de personajes informativa. Si Babenco se arriesgaba, con un tema parecido, a tener momentos más poéticos, acá el director prefiere quedarse más cerca de la literalidad. Hace treinta año hubiera sido más impactante, hoy no alcanza.