Temple de acero

Crítica de Santiago Mateo - Cines Cines Cines

Una más y van…

Los hermanos Coen irrumpieron en la escena en el año 86 con uno de los mejores debuts fílmicos en la historia, Blood Simple. De entrada nos hicieron saber que tenían una confianza gigante detrás de la cámara y que pocas cosas quedarían libradas al azar cada toma. Meticulosos hasta el infinito en su estilo visual y con personajes y diálogos que dejarían celoso a Quentin Tarantino, los Coen tienen ya unos 25 años de historia y una gran lista de obras maestras en su haber.

Al anunciar cuál sería su próximo proyecto después de A Serious Man (probablemente la película más personal y menos accesible la publico general de su filmografía), muchos quedaron sorprendidos con la elección. ¿Otra remake? No habían tenido suficiente con su intento (fallido) hace unos años de The LadyKillers? La que muchos (me incluyo) consideran su punto más bajo como directores. Encima se trataba de un clásico western, con un protagónico icónico de John Wayne, que le el Oscar a mejor actor. Digamos solamente que había una mínima cautela al respecto.

Después vinieron los anuncios de casting, y se sintieron uno más inspirados que el otro. Poner a Jeff “The Dude” Bridges en el papel de Rooster Cogburn fue un toque magistral, uno de los pocos iconos vivientes que podían asumir el desafío de caminar en los zapatos de John Wayne. Matt Damon, Josh Brolin, Barry Pepper y la novata Hailee Steinfeild completaron el reparto.

Solamente resta ver los primeros treinta segundos de la bellísima fotografía de la mano del dios Roger Deakins para darse cuenta que estábamos a punto de disfrutar una historia cargada de clase, belleza y emoción.

Para los que no saben la historia, True Grit cuenta la historia de Mattie, una chica bastante terca e inteligente de 14 años que llega al pueblo de Fort Smith buscando el cuerpo recientemente asesinado de su padre, encargarse de sus asuntos y buscar justicia para el responsable. Cuando recibe poca respuesta de la ley local, contrata los servicios de “Rooster” Cogburn, un U.S. Marshall con una reputación de una temple de acero, coraje y de no traer a sus presas vivas.
Lo que se encuentra es un viejo, borracho, gordo y tuerto que no tiene muchas ganas de cooperar con la pequeña Mattie. Pero su insistencia y dinero lo convencen en aceptar el desafío de perseguir a el asesino de su padre (Josh Brolin) por territorio Indio. El grupo se completa con un Laboeuf (Matt Damon), un Texas Ranger que viene persiguiendo al criminal por varios meses por un crimen que cometió en otro estado. El personaje de Matt Damon es el típico boy scout, que juega por las reglas y no para de hablar de su historia, servicio a su país y habilidades. Obviamente el choque de estilos y personalidades entre Rooster y LaBoeuf generan incontables intercambios de diálogos, insultos, pruebas para demostrar quién es el más capaz y peleas en las cuales Mattie con sus 14 años demostrara ser la más madura de los 3.
Al respecto a esto, una de las cosas que más sorprende de la película, es que más allá de la historia que se puede considerar medio sombría, el tono que maneja la película es principalmente cómico o familiar. Al tener el punto de vista de una niña de 14 años, la película intenta siempre mantener una línea relativamente familiar en sus eventos. Salvo una o dos ocasiones de violencia gráfica, la película tranquilamente es apta para todo público, con un espíritu de trasfondo jovial y de ánimo.

Los Coen como es de esperarse, mantienen una firme y clara dirección, el dialogo que escribieron es de un inglés rico, antiguo y espeso para los que no sean fluidos en el idioma. Los actores realmente hacen un gran papel y todos brillan en cierto momento al poder manejar tanta verborragia. Aunque es imposible no destacar a la joven Hailee Steinfeild. Nominada al Oscar como mejor actriz de reparto, Hailee le influye una cantidad de emociones distintas a su papel que van desde dureza, ternura, inteligencia, miedo, valentía y puro valor. Es el eje de la película y la Steinfeild brilla en el papel, al lado de monstruos de la actuación como Jeff Bridges (también nominado al Oscar y brillante aquí).
Como todo western que valga la pena, True Grit brilla en el aspecto cinematográfico. Roger Deakins prueba nuevamente por que es el mejor director de fotografía de la industria y el aliado número uno de los Coen con sus increíbles paisajes, colores y tonos que logra capturar con la cámara. Sinceramente no logra su máximo nivel, que fue la increíblemente bella The Assassination Of Jesse James By The Coward Robert Ford, pero logra mantener los tonos indicados y acentuar la historia con frialdad y calidez cuando es necesario.

True Grit, es claramente uno de los estrenos del año y justa nominada a los premios de la Academia en cada categoría. Una historia relativamente simple, llevada a cabo de una manera excepcional, con actuaciones brillantes y sobre todo, mucho corazón detrás. Una de las únicas películas de los Hermanos Coen para toda la familia para disfrutar en pantalla grande. Una genialidad más y van…