Temple de acero

Crítica de Claudio Lo Iacona - Todo lo ve

Entre el polvo y las estrellas

No es rara la llegada de un western y menos de la mano de los hermanos Coen, quienes proponen una remake del film protagonizado por John Wayne en 1969. Pero está claro que no son los únicos en desempolvar el género, ya que el mismo Tarantino comentó que está preparando un film con pistoleros y también se viene la realización de El llanero Solitario, con Johnny Depp en el papel de Toro.

Temple de Acero tiene todo lo que debe tener un western: una historia de venganza, los perseguidos, las calles polvorientas, el Marshall y la dosis justa de melancolía para dejar un sabor triunfal y amargo sobre el final.

La historia gira en torno a Mattie Ross, una niña de once años con la determinación de un buey para encontrar al asesino de su padre, Tom Chaney (interpretado por Josh Brolin, quien ya había trabajado con los hermanos en Sin Lugar para los Débiles). Ella necesita la ayuda de un Mariscal de los Estados Unidos que sea fuerte y de carácter rudo para poder encontrar a Chaney y a su banda.

Es así que conoce a Reuben J. Cogburn (el siempre correcto y oscarizado Jeff Bridges), un borracho sin mucha voluntad y con mal genio que la acompañara en su cacería. Ambos parten tras los pasos del criminal y se les unirá un Texas Ranger, llamado LaBoeuf (Matt Damon) que también persigue a Chaney pero con otra finalidad.

Este trío desparejo encontrará peligros y sorpresas a cada paso de su travesía y deberá demostrar si son lo suficientemente valientes para lograr su cometido.

Los realizadores Joel y Ethan Coen, con el aporte en la producción ejecutiva de Steven Spielberg, revitalizaron el género, le dieron nuevos bríos y colocaron a los personajes en el ojo de la tormenta.

“Los malvados huyen cuando nadie los persigue”, asegura el sheriff en el ocaso de su carrera y con una cabalgata final (rodeado de estrellas y tratando de salvar a la pequeña del relato) que quedará en la retina de muchos espectadores. Un buen homenaje de Bridges a un grande como John Wayne, aún hoy uno de los actores preferidos y más recordados de los Estados Unidos.

Nominada a 10 premios de la Academia, incluyendo el de "mejor película".