5ta. A fondo

Crítica de Rodrigo Seijas - Fancinema

LOS SUPERAGENTES FRANCESES

Que EuropaCorp haya tenido que recurrir a una nueva entrega de una mediocre saga de Taxi, a la que había abandonado hace más de una década, habla quizás de la decadencia que está atravesando la compañía de Luc Besson, luego de numerosos fracasos en la taquilla mundial (como Valerian y la ciudad de los mil planetas) y las denuncias contra el dueño de la compañía por acoso sexual. Pero también es un indicador de una vertiente decadente del cine francés, que sin embargo interpela a buena parte del público de ese país y hasta de otras partes del mundo.

En 5ta a fondo (otra torpe traducción local y van…) hay un intento de reversión de la franquicia, funcionando casi como un spinoff con personajes nuevos pero relacionados con los anteriores; el Peugeot que en apariencia es un taxi normal para revelarse como un veloz auto de carrera (además de representativo del orgullo francés); y un cambio de roles, donde esta vez el experto conductor es un policía que debe trasladarse de París a Marsella y el torpe es el taxista. Después es todo igual que en las entregas anteriores: hay una banda de ladrones extranjeros (esta vez italianos) que se manejan con autos veloces (en este caso, obviamente, Ferraris), persecuciones varias y un par de secuencias con aires de espectacularidad.

Y cuando decimos que todo es igual, es que todo es igual, a tal punto que se puede decir que 5ta a fondo es hasta brutalmente honesta en su conservadurismo, porque hace de cuenta que el tiempo no pasó y no es necesaria ninguna forma de evolución narrativa, argumentativa o estética. Por eso vuelven a hacerse presentes la xenofobia (ahora con chistes revanchistas contra los tanos); las burlas impunes contra los que son diferentes (esta vez un enano y una gorda); el sexismo de manual; el humor lerdo y repetitivo; las decisiones de guión indefendibles (hay una escena donde los protagonistas espían a los villanos que es totalmente inverosímil); la falta de imaginación a la hora de la acción; y la galería de personajes supuestamente graciosos pero que no aportan un chiste decente.

Prácticamente todo está mal en 5ta a fondo, una secuela totalmente perezosa de una saga que ya a fines de los noventa atrasaba unos veinte años. Lo único positivo es que nos demuestra que también en Francia pueden existir sagas al estilo Los superagentes, capaces de caerse del mapa cinematográfico y aún así tener un público fiel. Ya estoy empezando a extrañar a Tiburón, Delfín y Mojarrita.