Suite francesa

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Para quienes no conozcan la novela en la que está inspirado (parcialmente) el film, Irène Némirovsky (su ucraniana autora) la escribió antes de morir (dos tomos, nada menos), en Auschwitz en 1942, aunque no logró terminarla y la misma quedó sin final, hasta su publicación final, producida en 2004.
En ese año recibió en Francia, el premio Renaudot y la crítica europea la consideró una enorme obra. "Suite Française" originalmente estaba concebida como 5 novelas pero sólo concluyó las dos primeras (y "Dolce" es en la que hace eje la adaptación cinematográfica) y de la tercera, sólo hay un argumento delineado, muestra de lo repentino de la desaparición de su autora y su trágico final.
Saul Dibb (director de "The Duchess"), decidió adentrarse en la obra y escribir junto a Matt Charman (prestigioso guionista que hace muy poco dejó su impronta en "Bridge of spies") un texto centrado, más que en la violencia de la ocupación nazi (a nivel ideológico y cultural, no sólo desde lo militar), en una historia de amor en un tiempo equivocado, o de difícil materialización.
Enamorarse del enemigo de tu pueblo, del oficial con rango de invasor, capaz de someter por medio de las armas a tus correligionarios, no debe algo que se vea simple... Esta es la historia de Lucile (Michelle Williams), una joven mujer de la campiña francesa, que vive con su suegra, Madame Angellier (Kristin Scott Thomas), sola, dado que su marido fue capturado por los nazis.
Corre el año 1940 y las fuerzas alemanas han tomado París, produciendo un éxodo de sus pobladores hacia el interior del país galo. Allí, en las afueras de la gran urbe, comienzan a producirse los conflictos entre quienes ocupan, y los ciudadanos que deben seguir sus vidas, aceptando (o no) su destino a manos de los enemigos de su nación. Dentro de los soldados que llegan a Bussy en esos primeros meses de la ocupación encontramos a uno culto, sensible y atractivo: Bruno von Falk (Matthias Schoenaerts).
Este oficial rápidamente posará sus ojos en Lucile y por más que la relación se muestre peligrosa e imposible, comenzará a surgir a pesar de las contradicciones internas que ella evidenciará desde el primer momento.
Dibb logra caracterizar muy bien la ocupación, atendiendo a pequeños detalles en cada escena de encuentro de franceses y alemanes. Lo hace con esmero y va generando un clima que explora las emociones y las aristas complejas de ese recorte histórico.
Por otra parte, el director conduce a un par de actrices de primer nivel y logra obtener de ellas destacadas perfomances. Williams y Scott Thomas llevan adelante su vínculo con sutileza pero siempre dotando a sus roles de un peso específico sensible y constante, a medida que la historia avanza. El resto de los personajes, aportan solvencia y poco más (Schoenaerts es el abanderado en esta línea).
Rubros técnicos en un nivel muy alto, este drama romántico enmarcado en una época difícil, por momentos luce con un film de impacto asegurado, aunque a medida que la trama va ganando minutos, pierde intensidad y termina en forma previsible, lejos quizás de las ambiciones con que abre en la primera media hora.
Interesante, con aspectos salientes y buena reconstrucción de época. Quizás demasiado edulcorada en el romance y con un clímax que no está a la altura de los recursos potenciales y fácticos de esta realización. Sí, vale la pena si el tema o incluso el género los atrae.