Steve Jobs

Crítica de Rolando Gallego - Lúdico y memorioso

Ángel y Demonio

La primera pregunta que uno se hace al ver “Steve Jobs” (USA, 2015), la nueva biopic sobre el visionario creador dirigida por Danny Boyle, es si quizás el tiempo de esta realización y las anteriores, que tomaron puntos de la vida de Jobs para crear la ficción, algunas con más bronce que otras, no será tan cercano al fallecimiento de éste.

¿Podrían haberse creado otro tipo de películas si el fenómeno y la rapidez de las adaptaciones hubiesen demorado un poco más de tiempo?

La respuesta no está ni en esta ni en las otras, claro, y mucho menos en la dirección que todas han tomado al decidir, vaya saber uno porqué, sólo realzar la figura de Jobs sin siquiera cuestionarle puntos o medidas que terminaron por ocultar la verdadera imagen de él.

En un momento del fime uno de sus colaboradores más cercanos, interpretado por Seth Rogen, le pregunta al Jobs de Michael Fassbender la razón por la cual es a él a quien la gente ama y vitorea si nunca ha sido capaz de crear o inventar nada.

Jobs, inmutable, sin responder avanza con sus planes de destruir la propia empresa que creó y presentar al mercado la primera versión de la Mac ante las miradas de aquellos compañeros a los que uno a uno va pisoteando.

En otro momento del filme el mismo personaje interpretado por Rogen le pide que al menos lo nombre a él y otros ex empleados de Apple y ante la negativa de Jobs le reclama que sea más vehemente y no tan tiránico con ellos.

Pero Jobs sigue adelante, tan sólo lo puede doblegar las decisiones de su hija Lisa y una colaboradora cercana llamada Johanna (Kate Winslet) que se desvive para que Jobs tenga todo lo que necesita a su alcance.

Boyle decide narrar su versión de la vida de Steve Jobs enfocando la acción en algunos momentos clave como la presentación de la primera Mac, la presentación de la primera Next y una vez más, al regresar a Apple, la llegada de la iMac como predecesora de todos los otros artificios que creó.

Nervioso, verborrágico, tenso, así va configurándose el cuento de Jobs, con una decidida participación de Aaron Sorkin, a quien el filme le debe mucho más que el guión, con un timming distinto a sus predecesoras pero que tampoco termina por cerrar del todo la historia de este ángel o demonio (según desde dónde se lo mire).

Bien por Fassbender y también por Winslet, ambos destacan en esta producción que una vez más acerca la historia del mito detrás de un emporio tecnológico.

PUNTAJE: 6/10