Sólo tres días

Crítica de Santiago García - Leer Cine

TODO POR AMOR

Paul Haggis, director de films serios y solemnes, decidió esta vez pasarse a un drama de acción, cuyo mayor mérito es proporcionar una narración atrapante dentro del marco de un historia bastante inverosímil.

Un gran logro de Solo tres días consiste en exponer, tal vez sin saberlo, cómo se ha perdido hoy la posibilidad de que críticos y espectadores disfruten y entiendan las búsquedas de un film que le da prioridad al drama y al espectáculo y no al realismo o a la lógica procedente del mismo. Gracias a que la apuesta es clara y sin vueltas, lo mejor para entender esta película es respetar su juego y sus propios códigos.
Lara Brennan (Elizabeth Banks), mujer, esposa y madre, es encarcelada por un crimen que dice no haber cometido. Su marido John (Russell Crowe), desesperado, hace lo imposible para que la justicia revise su caso. Frente al fracaso de tales esfuerzos comienza a crecer en él una idea osada y peligrosa: planificar la fuga de su mujer de la cárcel. Solo tres días combina en esta idea una fuerte dosis de drama, con un –muy bien– logrado suspenso y memorables escenas de acción. Justamente la habilidad del realizador Paul Haggis (La conspiración, Vidas cruzadas) consiste en hacer que el compromiso emocional con el protagonista y su drama vuelva mucho más impactantes los momentos de suspenso y acción. Es necesario decir que a medida que avanza la trama, cualquier espectador descubrirá sin esfuerzo alguno que las situaciones se van volviendo cada vez más inverosímiles. Pero inverosímil debe tomarse aquí como sinónimo de no plausible, y no como equivalente a no creer en lo que vemos en el film. Varias –no solo una– de las escenas del film son de una tensión tal que cualquier lógica debe ser dejada de lado enseguida. No importa si es creíble o no, nosotros vivimos junto al protagonista su sufrimiento y angustia. Y para que esto ocurra, el film no solo cuenta con el trabajo de su director, sino también, con varios actores de lujo que acompañan a los protagonistas. La breve presencia de Olivia Wilde, como la madre de una amiga del hijo del matrimonio; los nombres de Daniel Stern, como el abogado del protagonista, Brian Dennehy, como el padre, y, nada menos que, Liam Neeson, como un experto en fugas de cárceles. Todo esto sumado parece dar como resulado una película memorable, pero lo cierto es que el guión decae por momentos y el afán de cierre pierda clima en los últimos minutos, en donde la historia se alarga –aunque solo sea un poco– de manera innecesaria. El problema, cuando una historia tan absurda falla en el ritmo, es que el espectador comienza a cuestionarse la lógica de los eventos, pero estos son momentos aislados dentro de un film que nunca pretende ser realista y que halla en la exageración su forma de ser. Los amigos de la lógica y la verosimilitud se verán en problemas a la hora de evaluar Solo tres días, y hasta sentirán rechazo. Por otro lado, los que quieran un film de acción emocionante, que combine escenas de alto suspenso con una gran carga dramática, encontrarán en esta película una excelente opción, que seguro no los defraudará.